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| martes abril 23, 2024

PARASHA VAIKRA


parashaEn esta Parashá se detallan los sacrificios personales que eran traídos al altar:

1)         OLA: que era consumido completamente por el fuego

2)         MINJA: ofrenda de harina presentada por los pobres

3)         SHELAMIM: ofrenda pacífica como forma de expresar agradecimiento.

4)         JATAT: era traído por determinados pecados cometidos sin intención. Dentro de esta categoría entraba el OLE VEIORED, que se presentaba por las siguientes trasgresiones: jurar en falso, entrar al Bet Hamikdash y comer santidades en estado de impureza, no cumplir una promesa.

5)         ASHAM: ofrenda de culpa por determinados actos como: uso impropio de las santidades y retención de propiedad ajena por falso juramento.

En cada caso, antes de presentar el sacrificio, el trasgresor debía confesar su culpa y arrepentirse sinceramente.

DE LO NUESTRO

Al ordenar que sean traídas las ofrendas Di-s no utiliza la palabra ISH para referirse al hombre, sino Adam.

¿A qué se debe esto? Di-s nos está transmitiendo que debemos traer ofrendas DE LO NUESTRO y no cosas robadas.

Así como Adam, el primer hombre, era dueño de todo y por eso cuando presentaba ofrendas, éstas eran de su propiedad, del mismo modo, nosotros, que somos hijos de Adam debemos presentar ofrendas de LO NUESTRO y no cosas robadas.

Y este principio debe aplicarse a todos los aspectos de nuestra vida. Nada de lo que demos al Creador debe ser robado, nada de lo que demos a los demás debe ser mediante el robo. Debemos dar siempre de lo nuestro. 

Pequeños compromisos, grandes batallas

Por Levi Avtzon

Tras observarme atentamente y al mundo que me rodea, he llegado a darme cuenta que es mucho más fácil hacer grandes cambios en la forma de vida que pequeños.

La gente regularmente se ocupa primero de grandes compromisos, tales como el matrimonio, traer un hijo al mundo, o dedicar voluntariamente tiempo para la comisión de caridad. Algunos hasta vuelan a algún país del tercer mundo y dedican sus vidas a ayudar a almas desafortunadas.

Sin embargo, cuando se trata de pequeños sacrificios, tales como pasar unos cinco minutos con el mismo niño o esposa que tan incondicionalmente elegimos cuidar y alimentar por el resto de nuestras vidas, tiene lugar una guerra mundial.

El mismo fenómeno se puede encontrar en nuestra relación con Di-s. Muchos de nosotros, especialmente aquellos que han crecido en hogares observantes de la Torá, de buena gana nos comprometemos a comer sólo comida kosher toda nuestra vida, a abstenernos de trabajar un día a la semana, y orar tres veces cada día… ¡Para siempre!

Pero pequeñas batallas, tales como orar con un poco más de concentración, infundir nuestros Shabat, no sólo con no hagas, sino, y mucho más importante, con haz, tales como estudiar Torá y cantar más alto, ¡parece tan insuperable como el Monte Suribachi!

¿Por qué? ¿Por qué el santo individuo “entrego mi vida” encuentra tan difícil ganar las pequeñas batallas?

Los sacrificios son el tema de la lectura de la Torá de esta semana, Vaikra. Los maestros jasídicos han enseñado que en nuestra era post-Templo, nosotros no sacrificamos animales de cuatro patas, en cambio sacrificamos animales de tentación e instintos naturales —el animal en nuestro interior.

No es por menospreciar las cosas grandes que están en la base de lo que somos y lo que hacemos, pero puedo aventurarme a decir que la verdadera batalla, los sacrificios reales que se sacrifican diariamente en nuestro altar, son las pequeñas cosas, aquellas que cuando ganamos no nos hacen sentir como un «príncipe de brillante armadura», y por desgracia, no nos causa demasiada culpa el evitarlas o perderlas.

Como el tiempo que nos abstenemos de dar esa reacción refleja a nuestro cónyuge/hijo/jefe/nudnikim locales.

El tiempo que oramos a Di-s no sólo con nuestra boca, sino con el corazón y la mente también.

Los dos minutos que pasamos haciendo los deberes con nuestro hijo.

Estas no son victorias que construyen el yo, pero son las victorias que Di-s quiere de nosotros. Las batallas que hacen de cada día un Día-D.

(Extraído de www.es.chabad.org)

Debido a que en Pesaj está prohibido incluso poseer jametz, se acostumbra efectuar la venta del mismo por intermedio de un rabino autorizado. Por este motivo, junto con esta hoja se entrega un formulario de venta de jametz. Una vez completados los datos del mismo pueden entregarlo en el Bet Jabad Central de Beer Sheba, calle HaRabi MiLubavitch 1, esquina Shapira, Shjuná Alef. Recuerden que la fecha límite para entregarlo es el día 24 de marzo del 2013.

(Contacto: jabad_esp@yahoo.com.ar)

 
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