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| sábado mayo 18, 2024

Israel: el problema es el matrimonio civil


El Gobierno de Israel ha aprobado una reforma de la Ley de Conversión al judaísmo cuya novedad más importante, y quizá la única realmente reseñable, es que la potestad sobre la conversión, que sigue siendo competencia exclusiva de la rama ortodoxa, se abre a rabinos datim leumim, ortodoxos también pero más laxos y flexibles en la aplicación de la halajá (la ley religiosa) y, sobre todo, sionistas; se elimina así el monopolio de los rabinos jaredim (ultraortodoxos) sobre la materia.

Hemos analizado en varias ocasiones la importancia de la religión en Israel, el componente nacional del judaísmo, lo complicado que es definir y perfilar la identidad judía, y también el principio del fin de los privilegios ultraortodoxos, que se está dando bajo el actual Gobierno de Netanyahu. La reforma de la Ley de Conversión es otro paso hacia la alteración del statu quo y la progresiva separación entre religión y Estado. No obstante, el principal target de la reforma son los nuevos inmigrantes judíos, cuyo número no para de crecer. Según la Oficina Central de Estadísticas, en 2013 Israel recibió 16.968 inmigrantes y en 2012 otros 16.557 (la cifra más alta de la pasada década la marcó el año 2000: 60.201 inmigrantes; justo cuando comenzaba la Segunda Intifada). Recordemos que el país apenas tiene 8 millones de habitantes.

Aunque la Ley del Retorno permite la obtención directa de la nacionalidad israelí a cualquier persona con, al menos, un abuelo judío, gracias a los privilegios otorgados por Ben Gurión a los jaredim en los albores del Estado moderno -el viejo quería el apoyo de este sector religioso, que no era para nada mayoritario en aquellos tiempos- el matrimonio civil aún no existe en Israel. Todo judío israelí que quiera matrimoniar debe hacerlo según el rito ortodoxo. Y si no es judío según la ortodoxia (hijo/a de madre judía) y su conversión no ha sido sancionada por la Rabanut (el organismo público para los asuntos religiosos, su competencia más importante es precisamente lo relacionado con el matrimonio) es imposible. En efecto, hay un monopolio de la Rabanut en este asunto y en una deficiencia democrática que lleva arrastrando Israel desde sus comienzos.

Por tanto, se da en Israel la extraña situación de que una persona cumpla los requisitos para ser ciudadano israelí, sirva en el Ejército, trabaje, pague sus impuestos… pero no pueda casarse en Israel porque no es hijo de madre judía, porque su conversión no ha sido por la vía ortodoxa o porque es ateo y no quiere ceremonia religiosa. Muchos que quieren ejercer su libertad de casarse sin estar sujetos a un rito canónico deciden hacerlo en Chipre. Israel, eso sí, reconoce los matrimonios celebrados en el extranjero y les concede todos los derechos que se deriven de ellos. Pero este reconocimiento a posteriori es un parche.

Haaretz publicó un duro editorial el pasado día 2 en el que decía que la reforma supone un paso más en el camino hacia la teocracia, pues deja a los laicos como ciudadanos “de segunda” porque no pueden ejercer su derecho a casarse por la vía civil. Haaretz siempre ha sido muy crítico con los Gobiernos israelíes; de hecho Beguin, no sin gracia, llegó a decir: “El único Gobierno al que apoyó Haaretz fue el Mandato Británico”. Esperemos que siga siendo así de crítico. Sin embargo, esta vez, como en otras tantas, no atina en la crítica: la ley de conversión no es el problema para igualar a los israelíes laicos en derechos; el problema es que no existe matrimonio civil.

La no regulación del matrimonio civil se explica por el privilegio de los jaredim ya comentado y como prevención ante el famoso problema demográfico. Elazar Stern, uno de los promotores de la reforma, miembro del partido Hatnuá (de la ministra de Justicia, Tzipi Livni), ha dicho que reforzará la mayoría judía en Israel, en clara referencia al problema demográfico, precisamente.

En primer lugar, el problema demográfico no es tal: en 2013 la tasa de natalidad judía continuó con su ritmo de crecimiento. En segundo lugar, si Israel quiere seguir avanzando como democracia y reconociendo derechos antes de reconocer oficialmente otras corrientes del judaísmo (conservadora y reformista), debería igualarse en derechos políticos a sus homólogos occidentales e instituir el matrimonio civil. De hecho, según el informe Worldwide Freedom of Marriage de la asociación israelí Hiddush, Israel es la única democracia sin libertad de matrimonio. Por estas cosas, entre otras, Israel no apareció entre las 25 democracias plenas en el Democracy Index de 2012 de The Economist (el índice situó a Israel, junto a Italia, Portugal o Francia, como democracia defectuosa).

Israel es un país puntero en el desarrollo de derechos políticos y civiles, en especial de LGBT. Según un informe de 2008 del nada sospechoso diario británico The Independent, “Israel es el único país de Oriente Medio que apoya los derechos de los homosexuales, y además atrae a la gays de Palestina y el Líbano”. En 2011, Tel Aviv fue declarada la mejor ciudad gay.

Pero tiene una asignatura pendiente: el matrimonio civil.

http://elmed.io/israel-el-problema-es-el-matrimonio-civil/

 
Comentarios
David Waintraub

No solamente en el matrimonio civil, que su falta es una aberracion llevada por la politica para atraer los votos de los ultrareligiosos, sino tambien la no aceptaciopn de las corrientes conservadoras y reformistas del judaismo es una cachetada en la cara a muchos israelies. El negocio de la religion, pues hoy en dia en Israel la religion estatal es una industria muy rentable, nos ata a los caprichos de los ultraortodoxos desde el nacimiento, pasando por el matrimonio, divorcio y hasta la muerte es administrada por ellos. El mejor negocio de Israel esta en manos de los ultraortodoxos, la Kashrut, con sus acomodados de siempre los que son contratados obligatoriamente para supervidar la kashrut en restaurantes, fabricas, instituciones, ejercito, etc, etc,etc… Hasta se da el ridiculo maximo de que las botellas de agua mineral tambien pagan el impuesto ultraortodoxo con el sello de Kashrut de algun rabino que se enriquece con eso. Ademas con nuestros impuestos pagamos puestos inutiles como los de Gran Rabino (dos para colmo) con su cohorte de empleados, rabinos municipales, regionales, consejos religiosos, todo con su cohorte de empleados inutiles pagados por nosotros, ya ni hablo de los tribunales rabinicos que se nos imponen por la fuerza. Aqui, en Israel los estudiantes de Ieshivot ultraortodoxas (escuelas religiosas) no aceptan trabajar ni cumplir con las obligaciones militares, sino ser mantenidos por el Estado (con nuestro dinero), cuando en el resto del mundo estudian y trabajan por que si no se mueren de hambre. Y culpo a nuestros politicos tanto de izquierda como de derecha de permitir que esta situacion continue solamente por conveniencia politica perjudicando abiertamente a los ciudadanos que quieren que sus impuestos se apliquen en algo util, claro esta, es evidente que hoy en dia no tenemos estadistas de calibre, solo politiqueros de cuarta, basta ver en el Club Exclusivo llamado Knesset. Si alguien espera algun cambio que espere sentado sino se va a cansar, pues esto no es una democracia.

La sociedad israeli, es poliedrica y heterodoxa como pocas, y deberiá en atencion a ello, disfrutar de una legislacion acorde a ello, en lo atañente al matrimónio y a determinados úsos y costumbres…
Concedo a titulo personal, una gran relevancia al hecho religioso, desde una vertiente identitaria, pero entiendo las quejas de quienes no participan de este parecer, y revindican desde su condicion de laicos, una alternativa legislativa que recoja sus demandas y ampare sus derechos, en tanto que ciudadanos israelies …
Creo que tal reforma es suceptible de ser acometida, actualizando asi la misma, con aquellas ya vigentes en otras democracias

y a David ,: no se imaginan las respuestas, pues yo escribi lo mismo,y estos señores me han insultado,(en el No anterior),. como «vete de ISRAEL, NO SOS JUDIA NI LO FUISTE, «lashon jarah», miente, miente, todo es mentira, comentaba los problemas que tuvo mi hija para casarse porque yo no tenia papeles de judeidad, aunque soy judia desde la creacion del mundo.Toda la respuesta era «miente, miente.» y lashon jarah».-Les decia que soy sionista mas que ellos, El problema era sobre una colombiana que murio en un ataque terrorista.-EN mi no aceptaron mi judaismo y a esta chica QEPD le inventaron un tatarabuelo judio, y sostenian que vino a ISRAEL PORQUE LA SANGRE EN SUS VENAS LE DECIA QUE ERA JUDIA.-y otras incongruencias que no detallo Para ellos no existe la diversidad de ideas, yo soy atea, sionista y vivo en ISRAEL, Ellos sostienen que soy una goie.- Me importa poco lo que opinen, pero insultar no es un derecho que les da el ser religiosos de cualquier credo o comunidad a la que pertenezcan.-Estos «señores» son :IACOB WEIS Y SAMUEL ?????, tan cobarde que no pone el apellido, pero si maleducados.-Si lo desean les envoi por facebook o como lo deseen el articulo.- ESTOY CON VOSOTROS EN TODO DE ACUERDO.-lidia.ostrovsky35@gmail.com

Señores, está muy bien el criticar todo lo que sea religioso. Pero recuerdo a todo el mundo, que Israel se define como estado de confesión judía. Si no fuera de confesión judía, que sentido tendría irse a vivir a un país tan lejano, rodeado de enemigos y siempre con problemas ? Mejor se estaría en Nueva York o Londres !! Así que lo que hay que hacer, es intentar resolver los problemas creados por los políticos y por intereses económicos, para que los asuntos religiosos sean compatibles con las situaciones reales que se plantean en el día a día. Y al que no le guste un estado judío, que se vaya a vivir a otro país laico. Nadie le retiene en Israel !!!

David Waintraub

Yo vivo en Israel porque quiero y por que soy sionista. Pero repudio el hostigamiento religioso de los ultras que ni quieren reconocer que hay judios conservadores y reformistas que tienen el mismo derecho que ellos a vivir aqui y no ser hostigados ni perseguidos por la mafia haredi. Y la culpa de esta situacion esta en los politiqueros israelies que no tienen el coraje de poner la casa en orden. Si como dice Samuel , Israel es un estado de confesion judia, estoy de acuerdo, pero el judaismo no esta solamente en manos de los ortodoxos, hay judios conservadores y reformistas y judios laicos que cumplen sus obl;igaciones civiles y militares como deberian cumplirlas los haredim, ellos no son los duenios del judaismo.

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