No muy lejos del puerto de la vieja ciudad de Jaffa, en la esquina de la calle Abulafia, en Tel Aviv, existe un pequeño taller donde se hacen guitarras a mano para clientes en sitios tan lejanos como Singapur, Hawái y Dubái. Su nombre: B&G Guitars

Los fundadores de la compañía, Yotam “Kiki” Goldstein y Eliran Barashi, y su director ejecutivo, Avi Goldfinger, llevan haciendo y vendiendo guitarras desde hace poco más de dos años.

“No se trata sólo de hacer una guitarra; también hay que crear el mejor sonido posible”, dijo Goldstein a ISRAEL21C. “La gente que aprecia el trabajo artesanal y las marcas clásicas son las que compran nuestras guitarras”.

Muchos de los materiales, incluidos las piezas de metal, el pegamento y el relleno de grano, son hechos por el equipo de B&G. El cuerpo de los instrumentos es hecho de maderas importadas de Brasil (palo rosa), Honduras (caoba), África, India, Canadá y Estados Unidos.

La mayoría de los clientes compra las guitarras en línea, sin haber estado nunca en la fábrica o tenido una muestra en las manos. La página web de B&G tiene videos y explicaciones sobre los modelos. Los clientes pueden escoger el color, entre una variedad de acabados, y las tapas, que van desde un modelo estándar hasta 450 dólares.

“Nuestras guitarras no son instrumentos de moda baratos que duran apenas un año; son de tipo clásico que duran toda la vida”, dijo Goldstein. “Cuando comencé a tocar la guitarra, a los 18 años, quería saber cómo funcionaba el instrumento, así que empecé a desmontar guitarras viejas”.

Tiempo después empezó a estudiar cómo fabricarlas en la Escuela Algranati de Ramat Hasharon, sobre el Mediterráneo, donde conoció a Barashi. Trabajó como profesor en la misma institución tras completar un curso de lutier de un año. Él y Barashi son expertos lutieres.

Barashi en el taller. Cortesía.

Antes de establecer la compañía, los dos trabajaron en el apartamento de Barashi en Jaffa durante más de seis años reparando y haciendo guitarras para clientes dentro y fuera de Israel.

Paralelamente, llevaron a cabo una extensa investigación sobre el instrumento, especialmente sobre modelos hechos entre los comienzos de los años 20 hasta mediados de los 50 del siglo pasado. Esto les llevó a desarrollar el prototipo de su popular guitarra Little Sister.

Los modelos son exhibidos en el taller. Cortesía.

“Queríamos averiguar qué era lo que convertía a esos modelos en clásicos intemporales”, dijo Goldstein, que colecciona guitarras antiguas. “Los primeros músicos de blues del Delta [del río Mississippi, en Estados Unidos] podían atraer a su público tocando sólo una guitarra”.

Goldfinger les llevó la suya un día al taller para ser reparada. Como artista y emprendedor, vio el potencial que tenía el trabajo que Barashi y Goldstein y les sugirió formar una compañía. Así pues, los tres se convirtieron en socios de B&G Guitars.

“Después de 10 años de experiencia tenía confianza que podía hacer guitarras que la gente quisiera comprar”, dijo Goldstein.

B&G produce hoy 30 guitarras hechas a mano cada mes, entre ellas la Little Sister Private Build, un modelo pequeño de seis cuerdas que cuesta 3.950 dólares, y la Big Sister Private Build, un bajo de cuatro cuerdas que se vende por 3.450 dólares.

La Little Sister Private Build. Cortesía.

“Hemos vendido hasta la fecha 700 unidades”, dijo Goldfinger.

Esos modelos, agregó, se hacen siguiendo técnicas tradicionales, por lo que no pueden producirse en masa. Además, la madera, que es de alta calidad, no se encuentra fácilmente.

La compañía también vende la serie Little Sister Crossroads, una versión hecha en Asia basada en el modelo más caro de las Little Sisters y con el estilo y la técnica de B&G, pero a un precio más económico: 1.450 dólares.

“Hemos viajado a China varias veces para reunirnos con los fabricantes y guiarles en el proceso de manufactura para que el modelo se produzca de acuerdo a los estándares de B&G”, dijo Goldfinger.

Goldfinger cree que B&G Guitars, que tiene distribuidores en Estados Unidos, Italia, Alemania, Francia, los Países Bajos e Inglaterra, es la primera compañía de esa clase que se ha promocionado exclusivamente en línea.

“Una buena guitarra es aquella de la que uno se enamora, ya sea por el sonido y el diseño, o por el sonido que produce”, dijo. “Para nosotros eso es lo que hace únicas a las guitarras de B&G”.