Israel puede equivocarse. Israel puede hacer cosas mal. No es cuestión de mera teoría. Lo hace, en la práctica. Sin duda, no es un país de hadas ni sus gobernantes son ángeles infalibles siempre motivados por intenciones totalmente puras. Por lo tanto, es legítimo criticarle cuando no se está de acuerdo. Pero una cosa es la critica que se ejercita en el marco de la libre discusión de ideas en una sociedad ...