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| martes marzo 19, 2024

Escándalo sexual y corrupción al descubierto en la autoridad palestina


11/02/2010

Que el entorno del presidente palestino, Yasir Arafat, estaba inmerso en lo más hondo de la corrupción era un secreto a voces. Todos los sabían pero nadie se atrevía a denunciarlo. Y mucho menos en público con pruebas fehacientes que localizaran el paradero desconocido de millones de dólares que llegaban de la ayuda exterior. El silencio ha sido roto ahora con estruendo por una garganta profunda palestina que da la cara destapando el Mukatagate. Se llama Fahmi Shabane, teme por su vida y su cabeza ya está valorada en un millón de dólares. Por si acaso ha comprado una parcela en un cementerio de Jerusalén.

El incómodo testimonio de Shabane hace temblar no solo a la vieja guardia de Arafat sino al actual presidente, Abu Mazen y sus allegados que viven una pesadilla. Sueñan con este ex oficial de la Inteligencia palestina que ayer reveló parte de los 400 documentos sobre corrupción, ofreciendo como postre un vídeo con el chantaje sexual del hombre de confianza del presidente.

Abogado de profesión, Shabane fue nombrado en el 2005 responsable de los servicios secretos en la lucha contra la corrupción. Hoy está en el paro. Perseguido por la ANP y bajo juicio en Israel.

‘Abu Mazen tiene dos semanas’

«Abu Mazen tiene dos semanas para que detenga a los corruptos y despida a su jefe de la Oficina, Rafik Husseini. Si no, revelaré todo lo que sé. Información muy peligrosa», advirtió en el Canal 10 de la TV israelí que emitió la comprometedora cinta. Husseini es cazado ‘in fragantti’ y desnudo en la casa de una joven que le había pedido trabajo. Husseini llega acompañado de su secretaria con la que se ‘divierte’ en el sofá en una situación muy íntima.

El investigador entró en el despacho de Abu Mazen exigiendo el cese de Husseini y salió despedido

Pero Shabane le había preparado una trampa. «Hace año y medio, una joven vino a mi despacho para denunciar a un dirigente importante. Me dijo que había ido a la Mukata en Ramala en busca de un empleo y que Husseini le ayudaría a cambio de relaciones sexuales. La única forma de que alguien la creyera ante el hombre de confianza del presidente era filmarlo», cuenta. En su entrevista de trabajo, Husseini se desnudó y esperó en la cama. En lugar de la deseada mujer, apareció Shabane y otros agentes. «Menos mal, que no sois el shaback israelí», les dijo mientras se ponía a toda prisa los calzoncillos. Shabane insinúa que no es un caso aislado y se pregunta «¿Por qué una secretaria sin mucha responsabilidad en Presidencia cobra 3.000 dólares al mes?».

En la cinta, Husseini dice que «Abu Amar (Arafat) era el ladrón más grande» y que su sucesor Abu Mazen es «un líder sin carisma». Y tilda de «timador» a Yasir, el hijo del actual presidente.

Con tal explosivo material, Shabane se fue a ver a Abu Mazen, que tiene fama, justificada, de honestidad. Éste vio el video y se enfadó mucho. No con su número dos en la Mukata sino con Shabane por filmarlo. El investigador entró en su despacho exigiendo el cese de Husseini y salió despedido.

‘Pidió a Israel que me detuvieran’

Al cabo de unos días, Shabane fue detenido en Jerusalén Este por agentes israelíes, acusado de «colaborar con una organización extranjera». «Husseini pidió a los israelíes que me detuvieran», acusa Shabane que desde entonces busca vengarse.

Más allá del video sexual, Shabane enseña documentos oficiales que retratan un sobrio y corrupto panorama, iniciado en la época de Arafat. Centenares de millones de dólares llegados de países europeos y árabes han acabado en los bolsillos privados de unos cuantos. «Si yo le enseño todo lo que tengo al Emir de Qatar, no da ni un dólar más a la ANP. Estoy dispuesto a morir para que los más pobres del pueblo palestino reciban lo que se han quedado los corruptos», asegura.

Shabane enseña documentos oficiales que retratan un sobrio y corrupto panorama, iniciado en la época de Arafat

«En el 97, por ejemplo, un dirigente palestino compró tierras cerca de Ramala. Dijo que necesitaba 2,3 millones de dólares de la caja pública para comprar la propiedad al dueño israelí. En la práctica, ¡Sólo pagó 1,8 millones de shékels! llevándose a su bolsillo 1.9 millones de dólares». Otros fueron menos sofisticados y simplemente retiraron de varios bancos en El Cairo y Amman dinero que iba a la ANP. Un allegado a Arafat le convenció para que le diese dos millones de dólares ya que iba a comprar unas tierras. «No hay rastro de la compra», denuncia. También recuerda a un ministro palestino de Finanzas que transfirió ocho millones de dólares de cuentas públicas a sus cuentas privadas.

La ANP acusa a Shabane

La ANP acusa a Shabane: «Es un mentiroso que fue despedido y ahora colabora en un montaje israelí para desprestigiar a la ANP y su presidente». Tayib Abdul Rahim, secretario de Abu Mazen, afirma que «siempre ha luchado contra la corrupción. Las calumnias de Shabane están siendo alentadas en Israel». Shaban justifica su colaboración con la prensa israelí afirmando que «los medios palestinos no quieren publicar mis denuncias».

Quien se frota las manos es el grupo islamista Hamas, rival interno de Al Fatah. «Es la prueba que son unos corruptos. Lo sabemos muy bien de su época en Gaza», dice Ribji Rantisi, activista de Hamas, que no duda en usar la cinta del sexo y las denuncias como arma contra Abu Mazen.

Shabane corre peligro pero asegura que tiene el apoyo de muchos ciudadanos. El Mukatagate ha puesto en alerta a decenas de allegados, cabecillas y gente cercana a los órganos de poder en los últimos 15 años.

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/11/internacional/1265866600.html

 
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