Al menos un muerto y 31 heridos en un atentado en el centro de Jerusalén

Policía y sanitarios colocan a un herido tras la explosión en Jerusalén. | AP

Sal Emergui

Jerusalén

Elmundo.es

23/03/2011

El miedo se ha reactivado en Jerusalén con el artefacto explosivo frente al Centro Internacional de Convenciones que ha provocado la muerte de una israelí de 59 años y 38 heridos en un atentado en la principal entrada de la ciudad.

La Policía israelí ha confirmado a ELMUNDO.es que el artefacto estaba en una bolsa colocada en la cabina telefónica en la parada del autobús de la línea 74, muy cerca de la estación central de Jerusalén.

Decenas de ambulancias han acudido al lugar de los hechos mientras la Policía ha obligado a los transeúntes a alejarse del lugar por temor a otros explosivos. En el momento de la explosión de la bomba que, contenía dos kilos de dinamita y clavos, se encontraban dos autobuses cerca de la parada.

Shimi Atias es el dueño del quiosco cercano a la parada. Ha vuelto a nacer. «En el 94, un suicida se explotó aquí mismo destrozando mi quiosco. Me he salvado por segunda vez», comenta con tristeza ya que su sobrino al que llamó para ayudarle en el establecimiento se encuentra entre los heridos graves. Precisamente fue él quien llamó a la Policía para advertir de la presencia de «un objeto sospechoso». Su aviso llegó tarde ya que mientras hablaba por teléfono, se produjo la explosión.

Se han establecido numerosos puntos de control policiales para intentar dar con el responsable. De momento ningún grupo palestino ha asumido la autoría de un atentado cometido en un lugar estratégico de Jerusalén: en su principal entrada y cerca de la concurrida estación de autobuses, el Centro de Convenciones, el puente de Calatrava y la sede de la radiotelevisión pública israelí. «Espero que no vuelvan la época de los atentados terroristas», nos decía Meir Jagigi, conductor de un autobús de la zona.

La Yihad Islámica ha «aplaudido» lo sucedido afirmando que es «la respuesta a los crímenes del enemigo». El primer ministro palestino en Cisjordania, Salam Fayad, no ha tardado en condenar la acción de Jerusalén en un comunicado: «Condeno en los términos más duros el ataque terrorista, independientemente de quién estuviera detrás».

La tensión es evidente porque se produce en medio de una escalada de violencia entre Israel y las milicias palestinas de la Franja de Gaza, encabezadas por el grupo islamista Hamas. Tras la muerte de ocho palestinos (cuatro civiles y cuatro miembros del brazo armado de la Yihad), las diferentes facciones armadas amenazaron con una venganza. Algo que se empezó a ver esta mañana con el lanzamiento de misiles Grad contra las ciudades de Beer Sheva y Ashdod, reivindicado por la Yihad.

Finalmente, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no ha cancelado su viaje a Rusia y seguramente lo hará esta noche. Gaza, Hamas y el último atentado en Jerusalén se convierten ahora en sus principales retos. «actuaremos con determinación y rotundidad para defender a nuestros ciudadanos», avisó Netanyahu poco antes de la explosión de Jerusalén.