Daniel Pipes
National Review Online
21 de junio 2011
Los sionistas robaron las tierras palestinas: ese es el mantra que tanto la Autoridad Palestina como Hamas enseña a sus hijos y propagan en sus medios de comunicación.
Esta afirmación tiene enorme importancia, como Palestinian Media Watch, explica: «La presentación de la creación del Estado de Israel como un acto de robo y su existencia como una injusticia histórica sirven de base para que los palestinos no reconozcan el derecho de Israel a existir .
» La acusación de robo también socava la posición de Israel internacionalmente.
Una caricatura árabe muestra a un tiburón con la estrella de David (Israel) y dentro de sus fauces está dibujado el mapa árabe de «palestina»
Sin embargo, es esto cierto?
No, no lo es. Irónicamente, la construcción de Israel representa la inmigración
y la creación más pacífica de un estado a lo largo de la historia.
Para entender las causas, es imprescindible ver al sionismo en su contexto. En pocas palabras la conquista es la norma histórica. Todos los gobiernos se han establecido a través de una invasión, casi todos los estados nacieron a expensas de otro.
Nadie está a cargo en forma permanente, las raíces de todos se remontan a otros lugares.
Las tribus germánicas, las hordas de Asia Central, los zares rusos, los conquistadores españoles y portugueses rehicieron el mapa.
Los griegos modernos tienen sólo una débil conexión con los griegos de la antigüedad.
¿Quién puede contar el número de veces que Bélgica fue invadida?.
Estados Unidos nació luego de derrotar a los Nativos Norteamericanos.
Los reyes merodeaban en África, los arios invadieron India. En Japón los
Yamato-hablantes eliminaron a casi todos los grupos pequeños como los ainu.
El Medio Oriente, debido a su centralidad y geografía ha experimentado demasiadas invasiones, incluyendo los griegos, los romanos, los árabes, los cruzados, los seljuk, los timurid, los mongoles y los europeos modernos.
Dentro de la región, las dinastías provocaron que un mismo territorio – por ejemplo Egipto- fuera conquistado y re-conquistado.
Hubo muchas guerras sobre Jerusalén: el emperador Tito celebró su victoria sobre los Judíos en el año 70 DC con un arco que muestra los soldados romanos llevándose una enorme menorah del Templo. La tierra de Israel no fue la excepción.
Jerusalén es sitiada: Desde la antigua Canaán hasta el Israel moderno, Eric H. Cline escribe de Jerusalén: «Ninguna otra ciudad ha sido más duramente disputada a lo largo de su historia». El apoya esta afirmación contando al menos 118 conflictos separados en y por Jerusalem durante los últimos cuatro milenios.»
Se calcula que Jerusalén ha sido destruida por completo por lo menos dos veces, sitiada 23 veces, capturada 44 veces y atacada 52 veces.
La autoridad palestina fantasea con que los palestinos de hoy son descendientes de una tribu de la antigua Canaán, los jebuseos. En realidad ellos son abrumadoramente descendientes de los invasores e inmigrantes buscando oportunidades económicas.
Frente a este cuadro de conquista incesante, violencia y destrucción, los esfuerzos sionistas para crear una presencia en Tierra Santa hasta el año 1948 sobresale como sorprendentemente leve, más mercantil que militar.
Dos grandes imperios, el otomano y el británico, gobernaron la Tierra de Israel.
Los sionistas carecían de poder militar. Ellos posiblemente no hubieran podido
levantar un estado mediante conquista militar.
En cambio, ellos compraron la tierra. Adquirieron propiedad centímetro a centímetro, granja por granja, casa por casa, eso yace en el corazón de la empresa sionista hasta 1948.
El Fondo Nacional Judío fue fundado en 1901 para comprar tierra en Palestina
«para ayudar a la fundación de una nueva comunidad de judíos libres dedicados
a la industria activa y pacífica «–el Fondo fue la institución clave y no
la Haganá [organización clandestina de defensa fundada en 1920] .
Los sionistas también se enfocaron en la rehabilitación de lo que era
estéril, y se consideraba inutilizable.
Ellos no sólo hicieron florecer el desierto, sino que drenaron los pantanos,
limpiaron los canales de agua, recuperaron los páramos, forestaron los bosques
de colinas desnudas, despejaron rocas y quitaron la sal de los suelos.
Esta recuperación y saneamiento redujo rápidamente el número de muertes por enfermedades.
Cuando el poder del Mandato Británico cesó sobre Palestina en 1948, hubo un inmediato intento de los estados árabes para aplastar y expulsar a los sionistas. Sólo en ese momento Israel tomó la espada en defensa propia y siguió ganando terreno mediante la conquista militar. Incluso entonces, como el historiador Efraim Karsh demuestra en ‘Palestina Traicionada’, la mayoría de los árabes huyeron de sus tierras, y muy pocos fueron forzados a salir.
Esto contradice el relato de los palestinos sobre qué: «pandillas sionistas robaron Palestina y expulsaron a sus habitantes» lo que llevó a una catástrofe «sin precedentes en la historia» (de acuerdo con un libro árabe de 12º grado); y contradice el relato de que los sionistas «saquearon las tierras palestinas y los intereses nacionales y establecieron su estado sobre las ruinas del pueblo árabe palestino «(escribe un columnista en un diario árabe)
Las organizaciones internacionales, las editoriales de los periódicos, y las peticiones universitarias reiteran esta falsedad en todo el mundo.
Los Israelíes deben mantener la cabeza alta y señalar que la construcción de su país se basó en el movimiento menos violento y más civilizado de todos los pueblos en la historia.
Las pandillas no robaron Palestina, los comerciantes compraron Israel.
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http://www.danielpipes.org/9931/palestine-israel-stealing-purchasing
El Dr. Pipes es el presidente del Middle East Forum y distinguido profesor visitante en Taube en la Institución Hoover de la Universidad de Stanford.
eres judio deseguro verdad?