La catalana Eva Bes lleva cinco años en Israel. Por eso, anoche no quiso perderse la oportunidad de escuchar al president de Generalitat, Artur Mas. «Cada vez que viajo a Cataluña, tengo la impresión de que hay muchos que tienen miedo del proceso de la consulta sobre la independencia», le dijo a Mas en la conferencia en la Universidad de Tel Aviv. La respuesta fue inmediata: «El día que se atrevan todos aquellos que dice usted, no cabremos en las calles de Barcelona».
Al frente de una amplia delegación científica, académica, empresarial y política, Mas navega estos días de visita entre la firma de acuerdos con prestigiosos centros de innovación y tecnología de Israel, la referencia de este país como demostración de que «Cataluña, con similar población y territorio también puede ser un Estado viable» y la respuesta a los mensajes de Madrid.
Aunque asegura que no quiere «convertir este viaje en un pim pam pum de declaraciones contra el Gobierno», responde a la negativa del presidente Mariano Rajoy a negociar sobre la soberanía: «Solo pido que reflexione sobre una petición de un pueblo que le ha costado mucho sobrevivir para intentar defender su proyecto de futuro y ponerlo en las urnas (…) Que escuche a una mayoría muy significativa del pueblo catalán que desea aplicar la democracia directa».
En la conferencia, Mas intentó centrarse en el potencial de Catalunya como centro de I+D y expresó su deseo de «aprender de Israel, líder mundial en diversos campos como la innovación y las empresas tecnológicas». Más allá de consejos, Mas pidió a Israel el apoyo como «compañero de viaje en todos los ámbitos en este momento único». ¿Se refería al proceso soberanista o, como dicen fuentes de presidencia, a algo más relacionado con los aspectos científicos y tecnológicos? Solo Mas sabe a qué viaje se refería en su discurso en inglés.
Pero no solo habló con admiración de las casi 5000 starts ups israelíes, la excelencia de la producción científica catalana o la visita al prestigioso Instituto Weizmann. También dio un repaso al contencioso con Madrid ante la presencia del embajador español en Israel, Fernando Carderera, en la primera fila del abarrotado auditorio universitario. Mas recordó la historia de Cataluña y pidió a Rajoy que acceda al «derecho a decidir».
«¿Cree que el Gobierno español les dejarán ser independientes?», le preguntó una estudiante israelí. «Nuestro desafío ahora es convencerle para que nos dejen hacer la consulta. No hablamos de pedir la independencia sino de que nos dejen votar. Es la voluntad del 80% de los catalanes. Quizá algunos de ellos no voten por la independencia pero la pregunta hoy si nos dejan o no hacer el referéndum»,
‘Como vosotros, Cataluña también merece un estado’
Menos diplomático y más metafórico estuvo en la entrevista al diario israelí, Yediot Ajaronot. Primero «calmó» a los numerosos aficionados del Barcelona y el Real Madrid en Israel: «Que no se preocupen. En la Cataluña independiente, el Barça seguirá jugando en la Liga española». «Como vosotros, nosotros también merecemos un Estado», dijo.
Preguntado por la mezcla de fútbol y política, contestó que «hay que conocer la historia de Cataluña para entender el ambiente en el Camp Nou (…) Cataluña es un pueblo que quiere volar alto y mientras otros nos recortan las alas, el Barça sigue siendo el ala que nos permite despegar».
La jornada tuvo muchos acuerdos (con la agencia israelí de cooperación en I+D, el Instituto Weizmann y la Universidad de Tel Aviv) y dos anécdotas que sorprendieron gratamente a Mas.
Por la mañana, el prestigioso profesor israelí Ernesto Joselevich, nacido en Argentina y de pasado catalán, le recibió en catalán. Tras la exposición científica en el centro de Rehovot, Joselevich confesó a ELMUNDO.ES: «Tras estar desde los 9 a los 16 años en Barcelona, ahora es un orgullo recibir al president aquí en el Weizmann. Me emocioné muchísimo porque tengo una conexión con la identidad catalana al haber vivido en Barcelona y estudiar en un colegio catalán».
Por la tarde, Marcos Caballero, de 83 años, pedía el turno de preguntas a Mas en la sala universitaria. Pero este viejo sefardí no había viajado tantos kilómetros desde la lejana ciudad israelí de Beer Sheva para preguntar. El objetivo, cumplido, recordar sus orígenes catalanes y la expulsión de los judíos en 1492. «Gracias presidente, con su presencia aquí cierro un círculo de 522 años desde que mis antepasados fueran expulsados de Tarragona. Me siento aún catalán».
http://www.elmundo.es/internacional/2013/11/11/5280640c0ab7409f078b4577.html
Según la constitución española, España es una e indivisible, la autonomías son parte de España y como tal, son España, es gracias al resto de España que Cataluña sobreviva del la monstruosa deuda que tiene con todos los sistemas de, Educación, Farmaceuticas, Transportes y todo tipo de necesidades que tiene unas dependencias tan monstruosas como la de Cataluña, solo en papel, debe mas de mil millones de euros, no digo nada de los hospitales, «embajadas»etc, hoy Cataluña es una ruina, por eso pido a Israel que no tome parte de esta separación de Cataluña del estado español, además se encontraría fuera de todo ámbito comercial, nadie invertiría en esta comunidad aislada del mundo, Cataluña sobrevive gracias a que el 90% de su producción de vende en el resto de España y eso se terminaría una vez se consuma la separacion