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| viernes marzo 29, 2024

Shminí Atzeret y Simjat Torá


Dios agrega un día especial al final de Sucot, un día de gran intimidad con nuestro Creador, cuando les pide a Sus hijos judíos quedarse con Él un tiempo extra.

Imagina que organizas una gran fiesta e invitas a toda la gente que conoces. Pero ésta no es una fiesta «cualquiera»: Es una semana de comidas, música y diversión. Eventualmente las cosas van acabándose y la gente se comienza a ir. Siendo el anfitrión, silenciosamente vas donde algunos de tus mejores amigos y les susurras: «Quédense después que todos se vayan – ahí es cuando saco lo bueno».

Cada año Dios tiene una celebración de una semana de largo llamada «Sucot». En la antigüedad en Jerusalem, el servicio en el Templo Sagrado durante la semana de Sucot ofrecía un total de 70 sacrificios de toros. Esto, explica el Talmud, corresponde a cada una de las 70 naciones del mundo. El Templo no era sólo para los judíos. Cuando el Rey Salomón construyó el Templo, específicamente le pidió a Dios prestar atención a las plegarias de los no-judíos que iban al templo (1-Reyes 8:41-43). Y el profeta Isaías se refiere al Templo como una «casa para todas las naciones» (Isaías 56:7). El Templo era el centro universal de espiritualidad, un punto concentrado donde la conciencia de Dios se filtraba al mundo. De hecho, el Talmud dice que si los romanos se hubiesen dado cuenta de cuanto se estaban beneficiando ellos mismo del Templo, ¡nunca lo hubiesen destruido!

Y entonces, al final de Sucot, Dios agregó un día especial. Es llamado Shminí Atzeret, literalmente el «Octavo Día de Reunión». En ese día, sólo un toro era ofrecido – representando al Pueblo Judío. Es un día de gran intimidad con nuestro Creador, cuando les pide a Sus hijos judíos quedarse con Él un tiempo extra (Talmud – Sucot 55b). Shminí Atzeret es una fiesta oficial en todo su derecho, como está descrito en Levítico 23:36. A pesar que inmediatamente sigue a la fiesta de siete días de Sucot y es frecuentemente considerada parte de Sucot, es, de hecho, una fiesta separada. Esto implica que se dice la bendición de Shejeianu, y que la obligación de sentarse en la sucá ya no se aplica.

El Pueblo Judío, dice el Talmud, está más allá de la naturaleza. Hemos sobrevivido todas las persecuciones, exilios, penurias y expulsiones imaginables. Y aún así, hemos logrado y prosperado mucho más allá de lo que nuestro número indicaría. Como escribió Mark Twain: «Todas las cosas son mortales menos el judío; todas las otras fuerzas se van, pero él queda. ¿Cuál es el secreto de su inmortalidad?». El «secreto», como sabemos, es el regalo especial que Dios le dio al Pueblo Judío: La Torá.  Por lo tanto no es una coincidencia que en Shminí Atzeret también celebremos la finalización del ciclo anual de lecturas de la Torá y el comienzo de un nuevo ciclo.

Este evento es referido cariñosamente como «Simjat Torá», literalmente «el regocijo de la Torá». (Afuera de Israel, Simjat Torá es celebrado el día después de Shminí Atzeret). ¿Por qué acostumbramos a terminar y empezar nuevamente la lectura de la Torá en el mismo día? Los Sabios explican: «Para mostrar que la Torá es querida por nosotros como un objeto nuevo, y no como un antigua orden que la persona ya no aprecia. Ya que es completamente nueva para nosotros, todos corremos a recibirla». Cantamos y bailamos por horas alrededor de la bimá (la plataforma donde la Torá es leída), sostenemos la Torá, y expresamos nuestra felicidad al tener la oportunidad de acercarnos a Dios. En Shminí Atzeret, cuando completamos esta temporada de fiestas, hacemos un rezo especial a Dios para la lluvia. La lluvia representa las bendiciones de crecimiento y abundancia. A través de todo el duro trabajo de Elul, Rosh Hashaná, Iom Kipur y Sucot, hemos caminado un largo camino. Nuestra tarea ahora es llevar esa energía a lo largo del año. (www.aishlatino.com)

GUIA PRACTICA DE SIMJAT TORA

Encendido de las velas:

Las niñas y las mujeres (si no hay una mujer en la casa, el jefe del hogar), deben encender velas 18 minutos antes del atardecer, y recitar las siguientes bendiciones:

1) Bendito seas, Señor nuestro D-os, Rey del universo, que nos has santificado con Tus mandamientos, y nos has ordenado encender la vela de la Festividad.

Ba-ruch A-tah Ado-nai E-lo-hei-nu Me-lech Ha-olam Ki-deshanu Be-mitvo-tav Ve-tzvi-vanu Le-hadlik Ner shel Yom Tov.

2) Bendito seas, Señor nuestro D-os, Rey del universo, que nos has dado vida, nos has sostenido y nos has permitido llegar a esta ocasión.

Ba-ruj A-ta Ado-nai E-lo-hei-nu Me-lej Ha-olam She-heje-ia-nu Ve-ki-i-ma-nu Ve-higi-a-nu Liz-man Ha-zeh

Regocíjese

Celebramos la conclusión del ciclo anual de la lectura de la Torá. Todos los pergaminos de la Torá son sacados del Arca y llevados en un desfile alrededor de la sinagoga siete veces. Nos regocijamos, cantamos y danzamos con las Torás, debido al restablecimiento de nuestro pacto con la Torá como un novio se regocija con su novia. La Torá está comprometida con Israel como una esposa con su marido.

A los niños se les dan regalos de dulce y fruta porque está dicho que los «mandamientos del Señor son más dulces que la miel.»

La gozosa danza tiene lugar la noche anterior, así como durante los servicios matutinos.

Lecturas de la Torá

Concluimos la lectura de la Torá leyendo la última porción del Deuteronomio y luego reiniciando de inmediato la lectura desde el Génesis. Todo varón es llamado a la Torá en Simjat Torá, incluyendo los chicos menores de 13 años.

SIN FIN

La Torá comienza con la letra bet (bereshit) y concluye con la letra lamed (Israel). Nuestros Sabios dicen que asi se forma la palabra “leb” (corazón). Pero para ello el orden debería ser distinto, es decir, comenzar con lamed y terminar con bet. Es que así aprendemos que, en realidad la Torá no tiene ni comienzo ni final. Al unir la lamed de Israel al final de la Torá con la bet de bereshit del comienzo estamos mostrando la continuidad eterna de la Torá y que esta continuidad es el corazón de nuestra fe.

La Boda del Hermano

Se cuenta que una persona sencilla sintió plena alegría sobre todo una vez en Simjá Torá…

Le preguntaron: «¿Por qué está tan alegre y feliz en Simjá Torá? ¿Estudió mucha Torá durante el año?» Él contestó, «Cuándo mi hermano casa a su hija, ¿podría yo no participar en su regocijo?»

Ésta es la respuesta de una persona simple, según su limitado conocimiento. Sin embargo, es toda la verdad. Simjá Torá no es «La boda de un hermano,» la alegría de otro, sino la alegría personal de cada judío. No se deriva de la sabiduría de la Torá que distingue entre un judío y otro; la alegría proviene de la esencia de la Torá, que es igualmente pertinente a cada judío.

Si estuviéramos celebrando Simjá Torá a través del aprendizaje, la distinción entre un estudioso de la Torá y una persona simple se subrayaría; sin embargo, bailando juntos, el más grande de los grandes y el más simple de los simples son iguales.

Es más, para la persona simple la alegría es más pura que para el estudioso de la Torá, es probable que la alegría del estudioso de la Torá sea «adulterada por» la alegría de entender la Torá, que no es el caso de la persona simple.

Más aún, si nosotros estuviéramos alegrándonos con la Torá, aprendiendo y analizándola, la alegría se limitaría según el grado de la comprensión; sin embargo, cuando nosotros nos regocijamos con el ser de la Torá, este regocijo no tiene ningún límite. (www.es.chabad.org)

JAG SAMEAJ

https://www.facebook.com/groups/446798878780085/

 
Comentarios

perfecta y completa explicación. Todá! la comparto

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