Principales conclusiones preliminares sobre el Conflicto de Gaza de 2014 por parte de un grupo militar internacional de alto nivel presentado a la Comisión de Investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que se espera presente su informe la próxima semana.
GRUPO MILITAR INTERNACIONAL DE ALTO NIVEL
EL CONFLICTO DE GAZA DE 2014
Desde el 18 hasta el 22 de mayo 2015, el Grupo Militar Internacional de Alto Nivel, compuesto por 11 ex jefes de estado mayor, generales, oficiales superiores, líderes políticos y funcionarios de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Holanda, España, Italia, Australia y Colombia, visitó Israel para una misión de investigación de hechos en el conflicto de Gaza de 2014. Fuimos liderados por el General Klaus Naumann, ex Jefe de Estado Mayor del Ejército alemán y Presidente del Comité Militar de la OTAN, el oficial de más alto rango en la Alianza, y Giulio Terzi, ex ministro de Relaciones Exteriores de Italia. En el grupo estaban también el Embajador Pierre-Richard Prosper, ex Embajador Plenipotenciario del Departamento de Estado de EE.UU. para asuntos de crímenes de guerra y el Sr. Rafael Bardají, ex Consejero de Seguridad Nacional del Gobierno de España.
Ésto fue parte de un proyecto a más largo plazo por parte de nuestro grupo, cuya preocupación principal es acerca de cómo las vidas civiles pueden ser protegidas y las fuerzas militares pueden luchar con eficacia, cuando las operaciones deben llevarse a cabo en un área civil densamente poblada. Este otoño produciremos un informe completo.
Nuestra misión a Israel no tenía precedentes. Fuimos el primer grupo multinacional de oficiales de alto rango en visitar el país. Se nos concedió un nivel de acceso al gobierno israelí y a las Fuerzas de Defensa que no había sido otorgada a ningún otro grupo, desde el Primer Ministro, Benjamin Netanyahu, y el Ministro de Defensa, Moshe Ya’alon, hasta los comandantes de campo responsables del combate en el terreno.
Éramos muy conscientes de las denuncias formuladas por algunos gobiernos, las Naciones Unidas, grupos de derechos humanos y medios de comunicación, de que Israel actuó en Gaza fuera de las leyes de los conflictos armados. Algunos han sugerido que las FDI carecían de restricción o que incluso atacaron deliberadamente a civiles inocentes.
Nuestros hallazgos nos llevan a la conclusión opuesta. Hemos examinado las circunstancias que llevaron al trágico conflicto del verano pasado y no tenemos dudas de que ésta no fue una guerra que Israel quería. En realidad Israel trató de evitar el conflicto y mostró gran restricción, durante meses antes de la guerra, mientras sus ciudadanos eran blancos de esporádicos ataques con cohetes desde Gaza. Una vez comenzada la guerra, Israel hizo repetidos esfuerzos para poner fin a los combates. La guerra a la que Israel finalmente fue obligado, para luchar contra Hamas y otros extremistas de Gaza, fue una guerra legítima, necesaria para defender a sus ciudadanos y su territorio en contra del sostenido ataque desde más allá de sus
fronteras.
Los principales ataques con cohetes de Hamas estuvieron, deliberada e indiscriminadamente, dirigidos contra centros israelíes de población civil en el sur del país. Visitamos uno, el kibutz Nahal Oz, contra el que, el verano pasado, habían sido dirigidos más de 150 cohetes de Hamas, causando pérdida de vidas y destrucción a gran escala. Muchos ataques también fueron lanzados contra las principales ciudades más al norte, incluidas Jerusalén y Tel Aviv. Hamas disparó deliberadamente misiles contra el aeropuerto internacional Ben Gurion, interrumpiendo y amenazando el tránsito aéreo civil internacional. No hay duda de que todos estos ataques constituyen crímenes de guerra.
Hamas también construyó una serie de túneles, usando materiales desviados de suministros humanitarios, que atravesaban la frontera entre Gaza e Israel, en muchos casos hasta cerca de comunidades civiles. Entramos en uno de esos túneles, que se extendía más de dos kilómetros y que terminaba a sólo unos cientos de metros de un kibutz y, probablemente, con la intención de finalmente perforar hasta el propio kibutz. Sólo podemos concluir que estos túneles fueron diseñados, al menos en parte, para atacar, matar y secuestrar a civiles israelíes. Ésto también constituye un crimen de guerra.
Hamas lanzó ataques contra Israel desde el corazón de sus propias comunidades civiles en Gaza y también ubicó ahí sus municiones y fuerzas militares, incluso en escuelas, hospitales y mezquitas. Así como pruebas de ésto cuidadosamente documentadas por las FDI, hemos visto imágenes de medios de comunicación internacionales que confirman varios casos y dan cuenta de las propias afirmaciones de funcionarios de alto rango de Hamas de haber utilizado escudos humanos. Un reciente informe del Secretario General de la ONU confirmó que, en algunos casos, Hamas incluso utilizó instalaciones de la ONU para almacenar municiones y lanzar ataques.
Una vez más, estas acciones equivalen claramente a crímenes de guerra. Las leyes de los conflictos armados no sólo prohíben el uso de escudos humanos, sino también exigen que las fuerzas combatientes aseguren que sus civiles sean físicamente evacuados de las zonas de combate. Hamas no hizo ningún esfuerzo para evacuar a civiles; por el contrario, hay casos documentados de que obligaron a civiles a permanecer en, o regresar a, los lugares donde esperaban que se produjeran ataques israelíes.
La Fuerza de Defensa de Israel empleó una serie de medidas precautorias para reducir las bajas civiles. Cada uno de
nuestros propios ejércitos, por supuesto, está comprometido a proteger la vida civil durante los combates. Pero
ninguno de nosotros es consciente de que algún ejército haya tomado estas amplias medidas como lo hicieron las FDI el verano pasado para proteger las vidas de la población civil en tales circunstancias.
Fuimos informados sobre los estrictos procedimientos y estándares de las FDI con el objeto de confirmar la validez de un objetivo militar y la presencia o ausencia de civiles, y los estrictos requisitos para la autorización, tanto militar como legal, para atacar un objetivo. Fuimos informados de algunos casos en los que las FDI rehusaron atacar conocidos objetivos militares debido a la presencia de civiles arriesgando y, en algunos casos, al costo de vidas israelíes.
Las medidas adoptadas para advertir a la población civil incluyeron llamadas telefónicas, mensajes SMS, arrojar volantes, emisiones de radio, comunicaciones a través del personal de la ONU con sede en Gaza y detonación de inofensivas cargas explosivas de advertencia, conocidas como «golpe en el techo». Siempre que fue posible las FDI trataron también de dar orientación sobre zonas seguras y rutas seguras.
Fuimos informados sobre los principios de proporcionalidad y cálculos de las FDI utilizados en circunstancias en que
un ataque era probable que resultara en la muerte de civiles. Creemos que, en general, las fuerzas israelíes actuaron proporcionadamente según lo requerido por las leyes de los conflictos armados y, a menudo, fueron más allá de los principios legales requeridos de proporcionalidad, necesidad y discriminación.
Fuimos informados en detalle sobre los esfuerzos humanitarios de Israel para reducir el sufrimiento de la población civil de Gaza. Las medidas adoptadas estuvieron, a menudo, muy por encima de las exigencias de las Convenciones de Ginebra. A veces colocaron vidas israelíes en riesgo. Hasta cierto punto estas medidas socavaron también la eficacia de las operaciones de las FDI, deteniendo la acción militar y, por lo tanto, permitiéndole a Hamas reagruparse y reponerse. Frecuentemente, los suministros prestados a la población civil por parte de Israel eran requisados por Hamas para uso militar.
Entendemos que más de 2.000 personas murieron en Gaza durante el conflicto. En una población de aproximadamente 1,8 millones, en un período de 50 días, muchos habrán muerto por causas no relacionadas con el combate. También sabemos que algunos murieron cuando los ataques de Hamas contra Israel salieron mal, y un informe recientemente publicado por Amnistía Internacional afirma que Hamas asesinó al menos a veintitrés personas en Gaza durante este
período, y torturó a otras decenas.
Sobre la base de un análisis exhaustivo de los registros de fuentes abiertas, así como de inteligencia secreta, las FDI nos informaron que estiman que más de la mitad de los declarados muertos eran combatientes de Hamas y otros grupos involucrados en la lucha – una cifra superior a la comúnmente afirmada por la ONU, que tiene su propia evaluación de fuentes de Hamas. Esto, no obstante, deja una muy preocupante cantidad de civiles muertos, tal vez alrededor de 1.000, muchos de los cuales murieron como resultado de una acción militar israelí.
Reconocemos que algunas de estas muertes fueron causadas por error y error de juicio, como mencionaremos más abajo. Pero también reconocemos que la mayoría de las muertes fueron la trágica inevitabilidad de defenderse contra un enemigo que deliberadamente lleva a cabo ataques desde dentro de la población civil. Por lo tanto, debemos considerar que Hamas y sus socios terroristas, como agresores y usuarios de escudos humanos, son responsables de la gran mayoría de las muertes en Gaza de este verano.
En la guerra, como en todas las facetas de la vida, se cometen errores, incluyendo errores de juicio, confusión y fallas técnicas. También, a veces, soldados individuales actúan de forma ilegal, contra la política militar, las reglas de
enfrentamiento y la ley militar. Todo esto, por supuesto, ocurrió entre las fuerzas de las FDI en el conflicto de Gaza como ocurre en todas las fuerzas militares.
Fuimos ampliamente informados por el Auditor General Militar de las FDI y por otros abogados militares. Se nos ha informado que, cuando se alegan transgresiones y errores, estos casos están sujetos a rigurosa y transparente investigación y, si es necesario, a procesos penales y castigo. El sistema jurídico militar israelí incluye una serie de sólidos controles e imparcialidad, sobre los que fuimos informados, incluyendo la supervisión del muy respetado supremo poder judicial civil.
Estamos de acuerdo con el Jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., General Martin Dempsey, quien después de la misión de investigación del Pentágono a Israel, en noviembre pasado, dejó constancia diciendo que en el conflicto de Gaza de 2014 «Israel llegó a extremos extraordinarios para limitar daños colaterales y víctimas civiles».
Nuestras conclusiones generales son que durante la Operación Margen Protector del verano pasado, en el aire, en la tierra y en el mar, Israel no sólo alcanzó razonablemente una norma internacional de cumplimiento de las leyes de los conflictos armados, sino que en muchos casos superó significativamente esa norma. Vimos una clara evidencia de ésto, desde los niveles superiores hasta los niveles más bajos de comando. Una
medida de la seriedad con la que Israel asumió sus deberes morales y sus responsabilidades bajo las leyes de los conflictos armados es que, en algunos casos, el cumplimiento escrupuloso de Israel de las leyes de la guerra fue a costa de vidas de soldados y civiles israelíes.
Firmado por los miembros del Grupo Militar Internacional de Alto Nivel que visitó Israel entre el 18 al 22 de mayo de 2015,
Giulio Terzi – ex Ministro de Relaciones Exteriores de Italia.
General Klaus Naumann – ex Jefe de Estado Mayor del Ejército alemán y Presidente del Comité Militar de la OTAN.
General de Vincenzo Camporini – ex Jefe del Estado Mayor de Defensa de Italia.
Almirante José María Terán – ex Jefe del Estado Mayor Conjunto de España.
Embajador Pierre-Richard Prosper – ex Embajador Plenipotenciario del Departamento de Estado de EE.UU. para asuntos de crímenes de guerra.
Sr. Rafael Bardají – ex Consejero de Seguridad Nacional para el gobierno español.
Teniente General David A Deptula – ex Comandante de Componentes en Ejercicio de la Fuerza Aérea Conjunta,
Comando del Pacífico de Estados Unidos.
Mayor general Jim Molan – ex Jefe de Operaciones, Cuartel General de la Fuerza Multinacional, Irak y Comandante de la Escuela de Defensa Australiana.
Coronel Eduardo Ramírez – Miembro del Congreso Colombiano y ex Jefe de Seguridad, Colombia.
Coronel Vicente Alcázar – ex alto oficial de alto rango de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Irak y Afganistán.
Coronel Richard Kemp – ex Comandante de las Fuerzas Británicas en Afganistán.
31 de mayo 2015
Colonel Richard Kemp
Former Commander of British Forces in Afghanistan
Colonel Richard Kemp
Former Commander of British Forces in Afghanistan
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
¿Por qué esto no se publica de manera masiva en los medios?