El Hospital Beilinson incorpora videos en Terapia Intensiva 

Playas doradas, cocoteros, aves, ruidos y sonidos, todos estos videos se pueden ver en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Beilinson, que se proponen para ayudar a disipar la ansiedad, el estrés y la incertidumbre de los pacientes.

Además, también se supone que estos videos pueden reducir los síntomas de trastorno de estrés postraumático, que es causado por la hospitalización prolongada.

“La idea surgió después de investigaciones que han encontrado que el 20 al 30 por ciento de los pacientes sufren estrés postraumático después de estar internados en las salas de cuidados intensivos”, explica el profesor Pierre Singer, director de la Unidad de Cuidados Intensivos en Beilinson, «Para los pacientes es muy aburrido y el ambiente que les rodea es muy deprimente.

No todos son conscientes, algunas personas se despiertan con respiradores artificiales y no pueden hablar, pero si pueden abrir los ojos y mirar a su alrededor. Buscamos la manera de reducir el estrés post-traumático y hacer más agradable el ambiente, a partir de allí hicimos estos videos”.

Según el profesor, los estudios han encontrado efectos beneficiosos al reproducir los sonidos y la música en estéreo. La hipótesis es que la estimulación de ambos lados del cerebro contribuye a mejorar la situación.
“Por ahora mostramos los vídeos a varios pacientes, algunas personas los prefieren unos más que otros” comenta el Prof. Singer.

Para los pacientes que se encuentran en diferentes niveles de coma, es posible proyectar videos personales para fomentar procesos de curación natural en el cerebro. Esto se basa en estudios que muestran que esos videos pueden estimular el cerebro según la situación.
Para pacientes más adelantados es posible conectar una bicicleta de ejercicios que proyecte una realidad virtual.
Los clips de la naturaleza son producidos por Orly Maskin, directora ejecutiva del Centro Médico Rabin, y contribuyó con el proyecto el artista multidisciplinar, Muriel Selinger.