Alona Barkat, antes del saque de honor en un mundial infantil con niños israelíes y palestinos. SAL EMERGUI
- Alona Barkat, propietaria del Hapoel Beer Sheva, ha llevado al club a firmar su segunda liga consecutiva y a soñar con un puesto en Europa
- Cuando asumió las riendas, en 2007, el equipo se arrastraba en Segunda
Israel ha tenido siempre mujeres poderosas. Desde 1969 con la jefa de Gobierno Golda Meir hasta hoy con la Gobernadora del Banco Central, Karnit Flug, la presidenta del Tribunal Supremo, Miriam Naor, o la modelo Bar Refaeli. Y si hablamos de poderes, la Wonder Woman, Gal Gadot. Pero si hubiera una votación popular de la Mujer del Año en Israel, la ganadora sería Alona Barkat (47).
La llamada Reina del Desierto ejerce de exitosa propietaria del Hapoel Beer Sheva, en la capital del Néguev. A tres jornadas del final, cantó el alirón de su segunda liga consecutiva en Netanya, donde este año juega su gran rival, el Maccabi Tel Aviv de Jordi Cruyff. Si añadimos su brillante papel en Europa (incluyendo una doble victoria al Inter) y una revolución social en la ciudad sureña, el balance es excelso.
«Tras el primer título, la emoción era espectacular porque era algo nuevo para nosotros. Hoy la alegría se vive de forma diferente. Estamos satisfechos porque debíamos demostrarnos que somos capaces de repetir el éxito», comenta en una entrevista a EL MUNDO la capitana de un barco que ha roto 40 años de sequía en Beer Sheva. Según ella, «este campeonato tiene más mérito porque tuvimos que compaginarlo con una participación increíble en Europa. Fue duro y largo pero con final dulce».
En el peor momento
Tan dulce como impensable en el 2007 cuando Barkat asumió las riendas y deudas de un club que se arrastraba en Segunda. «Sentí alegría cuando me enteré porque estábamos en el peor momento. Barkat supo corregir errores», nos confiesa Doron Adar. Este aficionado destaca que en los 37 partidos que vivió esta temporada nunca escuchó comentarios machistas contra la presidenta.
El cambio se tradujo en pasar de jugar en el vetusto Wasermil a hacerlo en el moderno Estadio Turner, donde cada duelo es una fiesta. De silbar a los suyos en Segunda a soñar con el himno de la Champions. Faltó un gol ante el Celtic esta temporada para cumplir el sueño.
¿Messi? Ronaldo?, preguntamos. «(Se ríe) Debemos superar las fases de clasificación y luego ya veremos qué equipos nos toca», contesta Barkat, que como muchos israelíes sigue de cerca la Liga española.
Nacida en Ashkelón, se casó con un exitoso emprendedor de altas tecnologías. Sus padres, profesores, están orgullosos de su proyecto deportivo, social y educativo. «Hemos adoptado cuatro escuelas de educación especial», cuenta como ejemplo.
En un mundo de hombres
En sus inicios, ningún jugador de nivel quería venir a esta villa en pleno desierto. La llegada de Elyaniv Barda, natural de la Beer Sheva, tras una brillante carrera en Bélgica fue clave.
Y está eso de ser mujer en un mundo de hombres. «Es un mensaje para todos, ya sean mujeres, hombres, niños… de que si tiene un objetivo y un sueño puede cumplirlo», afirma.
Acompañamos a Barkat a un mundial infantil organizado por el Centro Peres por la Paz. Antes de realizar el saque de honor ante 800 niños y niñas israelíes y palestinos, la empresaria fue nombrada Embajadora de Paz en el Deporte. Como nos dice, «el fútbol debe ser un instrumento de entendimiento y convivencia entre niños que son el futuro».
Como la mayoría de equipos israelíes, el Hapoel reúne a jugadores judíos, cristianos y musulmanes. Uno de los grandes exponentes, Mahran Radi (35), festeja su quinto campeonato seguido.
La enorme popularidad de esta mujer, que combina firmeza y sonrisas, ha hecho que algunos partidos sondeen su futuro en el Parlamento. Una opción que hoy descarta.
http://www.elmundo.es/deportes/futbol/2017/06/13/593ec893468aeb1a7b8b4624.html
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