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| viernes abril 19, 2024

Catar, el real La, la, land.


El castigo que Catar recibió de Arabia Saudita, Egipto y otros países árabes, es ante todo el resultado de pecar por orgullo. Es un pequeño estado que piensa que puede conducirse como una potencia regional gracias a sus reservas de gas. Es posible que en La, la, land también hay limitaciones.

«Informe en Israel que entre ustedes y Catar hay algo en común: nosotros somos dos estados pequeños, rodeados de enemigos y amenazas y también nosotros transformamos el desierto en un campo florido», así me dijo un alto funcionario gubernamental, después de invitarme a su casa en mi última visita que fue la octava en Catar en los últimos años.

Participé en uno de los muchos congresos internacionales que se realizan en este pequeño país, que posee una población semejante en número a Haifa y que es un país con uno de los mayores ingresos per cápita en el mundo.

Sorpresivamente recibí un llamado a una reunión personal y extensa con esta misma persona, como he dicho muy importante en el gobierno de este reino, y me pidió hablar con él en forma abierta. Le dije que no entiendo el significado de las relaciones de su país con la Hermanos Musulmana, con el Hamas, con el Jabat Anusra, que está vinculado a Al Qaeda.

Y me sorprendió por las numerosas donaciones al Estado Islámico por parte de personalidades cataríes

El personaje, que su casa y su jalabia brillan por el color blanco, respiró profundamente y entonces negó toda relación entre su gobierno y el Estado Islámico, y todo tipo de grupo yihadista. Con respecto al Hamas y la Hermandad Musulmana, declaró: «ustedes en occidente no comprenden nada. Nosotros lo controlamos aquí, en Doha. Ellos no pueden moverse de sus casas sin nuestra autorización.

Preferimos esto y no que se paseen libremente por el Medio Oriente».

Durante nuestra conversación, estaba claro que la política catarí es bailar en todos los casamientos. Un pie aquí y uno allá como medio de supervivencia. A menudo también se flirtea con los temidos iraníes. «¿Usted ve las luces que brillan al otro lado del golfo? Eso es Irán. Si ellos tendrían la posibilidad de bombardearnos con una bomba nuclear en 15 minutos estarían en nuestras reservas de gas en un día…» es lo que acostumbran a decir a los invitados.

Parece ser que pagar protección a los organismos extremistas para que no se inmiscuyan con ellos, se ha vuelto una norma. Catar efectuó una revolución en  transporte, que transformó a Doha en un «hub» al que fluyen los empresarios en su camino al oriente, descubriendo el La, la land del Golfo Pérsico. Como agregado también se produjo una revolución en la educación en la que lo mejor de la juventud catarí viaja a las mejores universidades del mundo subsidiados por el gobierno. Cuando retornan donan su parte y transforman este territorio árido en un país desarrollado.

El canal televisivo Al-Jazeera, invento del anterior gobernante catarí, amenaza a todos los líderes árabes que temen a las críticas del canal. No es de sorprenderse que los saudíes clausuraran la representación en el reino como así también lo hicieran los egipcios primero. Es un gran canal en un estado pequeño, y también en esto Catar fue castigado.

El estado autocrático catarí desarrolló también un programa diplomático público, que al parecer incluye el pago por chantaje, que atrajo al pequeño país lo mejor de los eventos deportivos de la década de los que sobresale el Mundial de fútbol de 2022.

Como agregado a los trabajadores extranjeros que llegan del lejano oriente y que construyen este país con sangre y sudor, hay decenas de miles de jóvenes académicos europeos que unieron sus destinos con Catar, trabajando en los eventos internacionales como arquitectos, ingenieros, jardineros y construyen su futuro con sus familias en el país.

El personaje catarí de alto rango me relató, antes de nuestra despedida: » no se olviden que mis hijos y yo, como todo el gobierno catarí, estamos amenazados por el EI. Si pudieran, hubiesen quemado mis autos Ferrari estacionados frente a mi casa, y ya nos hubiesen decapitado. Por ésto, los mantenemos encarcelados en nuestras prisiones a decenas de ellos y seguimos de cerca a las células yihadistas que se encuentran en Catar. También en ésto tenemos nuestro interés en común con Israel».

El castigo que Catar recibió de Arabia Saudita, Egipto y otros estados árabes, es ante todo resultado de pecar por enorgullecerse por sus reservas de gas. Y parece que hasta en La, la land hay limitaciones.

Y para agregar más leña al fuego, la decisión del Fútbol Club Barcelona de cancelar el contrato con Catar Airways que auspiciaba al club contribuyo a la ola de embargos contra el pequeño país.

Traducción del hebreo: Jorge Wejgman.

 
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