Cuando se iniciaron las excavaciones arqueológicas en una base de los paracaidistas, en el marco del proyecto “Fuerzas de Defensa de la Naturaleza- Comandantes responsables por el medio ambiente”, nadie imaginaba que hallarían en el lugar una conexión directa con otros guardianes de la seguridad, nada menos que de hace casi tres milenios.
En un comunicado difundido este miércoles por la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA en su sigla en inglés) -que tiene a su cargo el proyecto antes mencionado-los soldados hallaron restos de una torre construida en los tiempos del Reino de Judea , concretamente en el reinado de Hezekiah (Hizkiahu en hebreo), o sea en el siglo VIII AC. Se estima que la antigua torre habrá sido de 5 x3.5 metros. Fue erigida en una zona alta por lo cual puede haber servido como punto de observación hacia los montes de Hebron, la planicie de Judea y las inmediaciones de Ashkelon. Para su construcción utilizaron piedras de aproximadamente 8 toneladas, consideradas especialmente grandes.
Los directores de las excavaciones en nombre de la IAA Sa´ar Ganor y Valdik Lifshitz afirman que “la ubicación estratégica de la torre servía como punto de observación y alerta contra los enemigos filisteos, una de cuyas ciudades era Ashkelon”.
Se trata de la época del Primer Templo, durante la que el Reino de Juea había construido diversas torres y fuertes como puntos de comunicación, advertencia y señalización para transmitir mensajes e información de Inteligencia recabada en el terreno, explicaron. En aquellos tiempos, para transmitir los mensajes se encendía columnas de humo durante el día y de fuego durante la noche. “Es probable que la torre recién descubierta haya sido una de aquellas en los que se encendían esos pilares”, dicen los arqueólogos, recordando que el término aparece repetidamente en la Biblia.
En el comunicado de la IAA hay varios ejemplos de pasajes bíblicos en los que se hace referencia a aquellos pilares de humo o fuego como advertencia.
Uno de ellos es atribuido al profeta Jeremías, en el capítulo VI: “ Huid, hijos de Benjamín, de en medio de Jerusalén, y tocad trompeta en Tecoa y alzad señal sobre Bet-haquerem, porque del norte se asoma el mal, un gran quebrantamiento”. En otros pasajes bíblicos se hace clara referencia a “la señal de humo” o “señal de fuego”.
Las excavaciones arqueológicas en el lugar revelan que la antigua torre hallada cesó de funcionar en la víspera de la expedición llevada a cabo por Sennacherib, Rey de Asiria, a Judea en el año 701 AC. Al parecer la entrada a la torre fue bloqueada . Los arqueólogos explican que tanto de fuentes bíblicas como de hallazgos arqueológicos en el terreno, se sabe que Sennacherib prácticamente destruyó Judea, 46 ciudades y 2.000 aldeas y granjas. “Ahora, 2700 años después de aquella expedición a la tierra de Judea, los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel descubrieron una torre de observaión que pertenecía a los soldados del ejército de Judea, similares a torres de guardia utilizadas hoy por Tzahal”, resume la IAA.
Todo esto, como señalábamos al comienzo de la nota, ocurrió en el marco del proyecto “Fuerzas de Defensa de la Naturaleza”. Su director Gay Saly contó que aproximadamente 150 soldados de la brigada de los Paracaidistas participaron en las excavaciones durante varios meses. La intención, explicó, es concientizar a comandantes y soldados sobre la importancia de ser responsable por el entorno que los rodean y activos en la protección de la naturaleza, el paisaje y el legado del lugar en el que se hallan. El primer paso se dio en el 2014, con 8 proyectos. Hoy en día el programa funciona en 60 centros en todo Israel.
Se consideró importante incluir a Tzahal en el proyecto ya que es “un crisol de la variada población de diferentes partes del país”.
El Teniente Segundo Roi Ofir (21), comandante en el batallón de reconocimiento de los Paracaidistas, de Rosh Haayn, comentó que “la excavación arqueológica fue para mí un intervalo en la rutina y vi cómo los soldados disfrutaban de un trabajo manual que tenía valor agregado”. El joven oficial contó que era la primera vez que participaba en una excavación. “La conexión con la tierra y el hecho que en el pasado también había combatientes judíos, me dio una sensación de misión. Y el hecho que había una conexión también con la zona en la que nosotros realizamos nuestras maniobras, nos dejó la sensación que estábamos retribuyendo”.
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