Según las fuentes bíblicas, David fue el rey que, junto a su hijo Salomón, encabezarón el Reino de Judá en su época de mayor esplendor. Lo hizo después de derrotar al gigante Goliat, al que venció con la ya mítica honda. Tal y como reflejan los textos sagrados, esto habría ocurrido alrededor del siglo X a.C., un tiempo del que apenas se convservan restos arqueológicos en tierra israelí y que hacía pensar que toda aquella historia no tenía ninguna base real.
Sin embargo, ahora una excavación de un grupo de arqueólogos de la Universidad Bar Ilán, ha demostrado lo contrario. Tras más de una década analizando y Tel’Eton, una tierra ubicada al sudeste de la región israelí de Shphelah, este grupo ha encontrado restos de una estructura arquitectónica del siglo X a.C. Además, por la calidad de los materiales de construcción y las vajillas que allí se han hallado, los investigadores suponen que se trataba de un edificio de clase alta, posiblemente la dependencia del gobernador del lugar.
Los resultados del estudio se han publicado en la revista «Radiocarbon» de la Universidad de Cambridge por profesor Avraham Faust, que lideraba la expedición, y el arqueólogo Yair Sapir. En dicha publicación se insiste en que existe la evidencia arqueológica de la existencia del Reino de Judá y que probablemente el edificio encontrado perteneciese a las clases altas del lugar.
Este gran edificio tenía al menos dos pisos y su planta baja se extendía sobre unos 225 metros cuadrados. Se colocaron grandes piedras de sillar de alta calidad en las esquinas y entradas del edificio. La estructura se construyó en la parte más alta del montículo, sobre cimientos profundos, utilizando materiales de construcción de alta calidad y de acuerdo con un plan meticuloso. Cientos de barcos y hallazgos adicionales fueron descubiertos dentro de la conflagración.
«Sorprendentemente, las fechas de radiocarbono dentro del maquillaje del piso y desde un depósito de cimentación que se colocó debajo del piso indican que el edificio ya se había erigido en el siglo X aC, entre finales del siglo XI y el tercer trimestre del siglo X aC», explica el profesor Faust, que dice que esta fecha «está en línea con otros hallazgos relacionados con la construcción, como el depósito de la fundación en sí».
Los hallazgos son indicativos de una impresionante construcción pública en curso ya en el siglo X a.C., e incluso en el uso de piedras de sillar en la región de Judá en esta etapa temprana. Cuando los hallazgos de Tel ‘Eton se combinan con los de otros sitios en la región, se puede reconstruir el proceso en el cual el gobierno de las tierras altas se apoderó del Shephelah y lo colonizó gradualmente.
Faust y Sapir subrayan que «la asociación con David no se basa en evidencia arqueológica directa, sino únicamente por motivos circunstanciales». La fuente de los cambios en Tel ‘Eton (es decir, la construcción de la residencia de cuatro habitaciones y el crecimiento del tamaño del sitio) parece estar en las tierras altas, y dado que estos cambios tuvieron lugar en el momento en que se suponía que David debió haber existido en las tierras altas, el vínculo es «plausible».
Según explica el propio informe, este reino tuvo que tener «algún monarca, fuese o no su nombre David o Salomón». Además, los investigadores señalan que la residencia del gobernador pudiese ser solo la punta del iceberg de un reino mucho mayor de lo que pensamos.
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