Alon Davidi, alcalde de Sderot
En el sur de Israel, especialmente en la zona adyacente a la Franja de Gaza, sienten desde hace años que las épocas de calma son meros intervalos hasta la próxima escalada. Y en menor o mayor grado, eso siempre se confirma.
De hecho, se volvió a confirmar este fin de semana cuando tanto viernes como sábado de noche sonaron las alarmas en varias localidades civiles, indicando que el radar había registrado el disparo de cohetes desde la vecina Franja de Gaza hacia territorio israelí. Esto, un mes después de las alarmas anteriores, evidentemente por la misma razón.
Tanto el viernes como el sábado, el lanzamiento de los cohetes desde Gaza activó la batería anti misiles “Cúpula de Hierro” que los interceptó en el aire e impidió así que caigan en zonas habitadas. Sin embargo, el sábado, algunos trozos del cohete destruido en vuelo cayeron en el patio de una casa particular en la ciudad de Sderot, justo cuando el padre de la familia estaba afuera.
“Por suerte, mi esposa y mis hijos estaban adentro de la casa y apenas oyeron la alarma se resguardaron en el refugio”, contó el hombre este domingo de mañana en una entrevista a la emisora Galei Tzahal. Y explicando la problemática de la vida bajo esta amenaza, que no se mide únicamente en términos de muertos y heridos, agregó: “La alarma sonó el sábado de noche. Hoy domingo, recién a media mañana, mis hijos aceptaron salir del refugio. Y tuve que cancelar las vacaciones que teníamos planeadas para hoy en el Mar Muerto, porque los niños tenían miedo de irse de casa”.
Las alarmas por el disparo de cohetes es sólo una de las expresiones de la creciente tensión. El sábado de noche también fue interceptada una célula armada de Hamas, detectada cuando estaba pegada a la cerca fronteriza, evidentemente aprestándose a tratar de cruzar. Un helicóptero de la Fuerza Aérea israelí les disparó y mató a 3 miembros de la célula.
Hamas publicó este domingo de mañana que eran “jóvenes rebeldes”, un término que ha usado repetidamente en varias ocasiones, pretendiendo distanciarse del intento de ataque. Eso, evidentemente, para intentar frenar una respuesta contundente de parte de Israel, lo cual en general no ayuda dado que la política oficial israelí es considerar a Hamas responsables de los ataques, debido a que es el gobierno en Gaza.
Pero por otra parte, son numerosas las críticas a la política del gobierno de Biniamin Netanyahu , a la que no sólo la oposición sino también numerosos habitantes del sur acusan de transar ante Hamas.
El alcalde de Sderot Alon Davidi exigió que después de las elecciones Israel lleve a cabo un operativo de gran envergadura en Gaza “para erradicar a Hamas”.
La discusión al respecto no es nueva. El hecho es que la disuasión israelí se ha ido debilitando, Hamas tiene mayor osadía e intenta continuamente cambiar las reglas del juego de modo que sus hombres puedan atacar a su antojo e Israel se vea limitado en sus respuestas.
Lo que está claro es que faltando un mes para las elecciones en Israel, Hamas tira de la cuerda, estimando al parecer que Netanyahu no ordenará ahora un operativo de magnitud en su contra. Por un lado, línea dura contra Hamas le puede agregar puntos, pero por otro, un operativo en el que se corre el riesgo de que caigan soldados, es un arma de doble filo que podría complicarle las cosas.
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