Un boicot a las visitas de ministros de relaciones exteriores a Israel, suspensión de los intercambios estudiantiles y cancelación de los subsidios para la investigación en Israel. Estas son algunas de las sanciones que prevé la Comisión de la Unión Europea (UE) si Israel toma la decisión de anexarse partes de Cisjordania.
La información surge de un documento clasificado que la delegación israelí en la UE remitió al Ministerio de Relaciones Exteriores en Jerusalem. Se estima que las condenas podrían reducir en miles de millones de euros el incentivo europeo a la investigación en Israel.
El informe se basa, entre otros asuntos, en conversaciones mantenidas por diplomáticos israelíes con embajadores europeos radicados en Bruselas. Varios países europeos, incluso cercanos a Israel como Gran Bretaña, advirtieron en el pasado sobre las posibles consecuencias de una anexión unilateral.
Los exembajadores israelíes en la UE y Alemania, Oded Erán y Shimon Stein, respectivamente, también advirtieron sobre el deterioro de la situación. En un artículo conjunto publicado en el marco del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional establecieron, entre otras cosas, que “declarar la aplicación de soberanía conllevará condenas e incluso podría derivar en sanciones”.
Stein y Eran señalaron que la Unión Europea no tiene la capacidad de causar un daño económico significativo a Israel que pueda desanimar al gobierno israelí en la decisión sobre la anexión. Pero destacaron que, dado el hecho que la Casa Blanca podría tener pronto a un presidente demócrata, la posición europea debe formar parte de los cálculos.
Según ellos, en vista a la respuesta que se puede prever por parte de Europa, “se aconseja al gobierno israelí demorar la decisión sobre la anexión, incluso si es meramente simbólica”, concluyeron.
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