¿Sabías que para producir tu nuevo par de pantalones vaqueros se necesitaron 1.320 litros de agua y el doble para esa camisa de algodón que combina con ellos?

Ese no es el único problema: cuando estos artículos se desechan van a seguir cargando el medio ambiente de desperdicios y contaminación ya que terminan incinerados o enterrados en vertederos.

La nueva iniciativa Re-Born Textiles de Israel ofrece una alternativa que no solo “salva” a la ropa y otros descartes textiles de la basura sino que también emplea a personas de poblaciones en riesgo.

“Israel produce cerca de 500.000 toneladas de residuos textiles al año y esto le cuesta al Estado alrededor de 150 millones de shekels (unos 46 millones de dólares)”, afirmó Viktoria Kanar, cofundadora de Re-Fresh Global, una plataforma abierta de innovación para la economía circular e ideas para el sector textil.

Kanar aseguró que en la actualidad en Israel no hay una solución verde, transparente y eficaz para este problema. “No hay demasiadas opciones para la recolección de ropa usada y ninguna organización puede juntar toda la ropa descartada”, describió.

Voluntarios y empleados de Re-Born Textiles clasifican la ropa en el centro de sustentabilidad Kipod de Kfar Saba. Foto: Liran Maimon

“Con el consumo excesivo y el estímulo cada vez mayor para unirse a grandes eventos de compras en línea como el Black Friday y Cyber ​​Monday, este es el momento de ofrecer una alternativa para el consumo responsable y sustentable”, añadió Kanar.

En ese sentido, Re-Fresh Global construyó su sistema Re-Born Textiles sobre tres pilares: reutilizar, rehacer y reciclar.

La indumentaria y otras piezas recolectadas en condiciones nuevas o casi volverán a la venta al por menor (reutilización), mientras que la ropa gastada se reciclará en productos nuevos (rehacer) o se reconsiderará para su uso en la construcción, la industria automotriz y otras producciones.

Una trabajadora de Re-Born Textiles decide si una camisa de Tommy Hilfiger se puede reutilizar. Foto: Liran Maimon

 Nuevas oportunidades

El 3 de diciembre pasado, Re-Born Textiles abrió su primera ubicación de clasificación en el Centro de Sustentabilidad Kipod  en Kfar Saba, la primera ciudad israelí en establecer un espacio urbano para la economía circular.

“Hoy funciona como como un piloto del que tenemos que aprender antes de expandirnos. La ciudad les pide a sus residentes que nos traigan su ropa desechada. Otras entidades asociadas como WIZO traen indumentaria usada que han recolectado en sus sucursales. También conseguimos artículos de tiendas que cierran y necesitan deshacerse del inventario, además de otras fuentes”, le explicó Kanar a ISRAEL21c.

La emprendedora social destacó que la iniciativa recolectó diez toneladas de textiles (ropa, sábanas, toallas, telas y más) en apenas un par de semanas.

Los botones se quitan de las prendas para ser restaurados o reciclados. Foto: Liran Maimon

Para clasificar las piezas textiles y enviarlas a la siguiente etapa se emplea a trabajadores remunerados y voluntarios (unos 40 en total en dos turnos diarios).

Kanar definió que desde que comenzó el proyecto lo intentaron ver como una oportunidad para personas que necesitan trabajo de diferentes grupos de población. “Algunas de las mujeres son voluntarias de WIZO que tienen algún conocimiento en clasificación de prendas, otras llegan de Dandasha, una cadena de tiendas de ropa de segunda mano que emplea a mujeres con ciertas discapacidades provenientes de la organización Shekulo Tov con subsidios del Ministerio de Bienestar. Este es un espacio seguro para que ellas se ganen la vida”, destacó.

Las trabajadoras de Re-Born Textiles evalúan los pantalones jeans. Foto: Liran Maimon

 

“También hay personas que pueden ser estudiantes o trabajadores de la industria, y mujeres con licencia de sus trabajos habituales debido a la pandemia de COVID-19. Y hay algunos hombres que también se unieron a nosotras para las tareas físicas que nos son más difíciles”, manifestó.

Una 80 personas hicieron el curso de capacitación profesional en gestión y clasificación de prendas de Re-Born Textiles por Zoom antes de comenzar a trabajar.

Una visión más allá

“Re-Born Textiles es una empresa nueva y original basada en los principios de la economía circular y la visión de convertir las ciudades en urbes circulares. La visión a largo plazo es establecer centros urbanos de sustentabilidad inteligente o ‘microfábricas’, en ciudades de Israel y, con suerte, en el extranjero”, relató Kanar.

El proyecto piloto cuenta con el apoyo de la ciudad de Kfar Saba, la Embajada de Alemania en Israel, Bank Hapoalim, H&M Group y las ONG asociadas WIZO, Dandasha y Ani Shlishi, que trabaja con jóvenes en riesgo.

Clasificación de pilas de indumentaria en el espacio de Re-Born Textiles en el Centro de Sustentabilidad Kipod en Kfar Saba. Foto: Liran Maimon

 

Que H&M Group se haya sumado, es algo realmente significativo porque la compañía multinacional sueca vende ropa a través de 52 mercados en línea y cerca de 5.000 tiendas en 74 países.
En diciembre, los centros de distribución de H&M en los Países Bajos, Reino Unido, Suecia, China, Rusia y Australia cambiaron sus embalajes y bolsas de papel reutilizable/reciclable para reducir el uso de plásticos.

De hecho, la Fundación H&M, una organización sin fines de lucro, y el Instituto de Investigación de Textiles y Confección de Hong Kong colaboran para desarrollar textiles sostenibles.

Kanar dijo que espera que H&M se convierta en un socio en la reutilización de mercancías no vendidas.

Rehacer es parte integral para innovar

Los artículos desechados que no pueden ser usados como están pero que son lo suficientemente buenos en términos de la calidad de la tela, se pueden convertir en productos diferentes como una funda de almohada o un mantel.

Productos reciclados elaborados a partir de textiles desechados. Foto: Re-Born Textiles

 

Esta forma de reciclaje, explicó Kanar, se lleva a cabo con la ayuda de máquinas de corte por láser o impresión 3D. “La ventaja es que, prácticamente, los láseres no dejan residuos y la nueva forma de la pieza puede ser planificada y creada a través de un programa informático que también está conectado al láser”, detalló.

Los consumidores están cada vez más interesados ​​en los textiles reciclados, que claramente no tienen el mismo aspecto que los artículos producidos en masa.

“Hay un mercado para ello, especialmente surgido durante la pandemia, cuando la gente estuvo más ajustada a sus gastos y buscaba algo de mayor impacto. Los estudios entre los millennials, incluso el año pasado, mostraron que están dispuestos a abandonar las marcas que aman si descubren que otra marca hace las cosas mejor”, estimó Kanar.

Un contenedor de recogida de ropa que irá a Re-Born Textiles en Kfar Saba. Foto: Liran Maimon

Kanar y su socia de Re-Fresh Global, Revital Nadiv, hicieron de Re-Born Textiles su proyecto insignia. “Sentimos que hay una falta real de soluciones para los desechos textiles y esto es algo hecho en Israel que puede resolver el problema”, finalizó.

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