Foto de Rohan Makhecha/Unsplash
El 30 de junio el alcalde de la ciudad de Nueva York Bill De Blasio publicó un desesperado tuit cuando una ola de calor cubrió el área.
“Necesitamos que los neoyorquinos tomen medidas INMEDIATAS: reduzcan el uso de electricidad en sus hogares o negocios durante el resto del día. Tenemos que evitar interrupciones de energía durante esta emergencia de calor”, suplicó De Blasio.
Las personas en cualquier parte puede ya esperar mensajes de este tipo mientras aumenta el uso de electricidad y el deterioro en la red eléctrica se vuelve cada vez más común.
El clima extremo y la adopción generalizada de vehículos eléctricos añadirán aún más carga en los próximos años y por eso una solución es que los edificios creen su propia energía.
No se habla de generadores de emergencia sino de sistemas estables “in situ” que funcionen las 24 horas del día toda la semana para brindar refrigeración, calor y energía combinados. Son conocidos como CCHP.
La compañía TurboGen de Israel presentó eficientes microturbinas relativamente pequeñas, livianas y sencillas de mantener que generan a la vez electricidad, calor y enfriamiento.
Las microturbinas pueden reemplazar calderas y acondicionadores de aire clásicos en edificios residenciales, públicos, hoteles, hospitales y oficinas.
Basadas en una tecnología patentada de propulsión a chorro desarrollada en Industrias Rafael, las microturbinas de TurboGen producen CCHP a partir de gas natural.
Yaron Gilboa, director ejecutivo de la empresa, indicó que en el futuro, estas podrían funcionar con combustibles renovables de energía solar, biogás e hidrógeno.
Independencia energética
El sistema funciona así: el gas natural ingresa a la microturbina para generar electricidad y el aire extremadamente caliente producido como subproducto de este proceso se recolecta para calentar y enfriar.
“El aire caliente pasa por un recuperador a un intercambiador de calor para calentar agua para baños y cocinas. En invierno también brinda calor al edificio mientras que en el verano se usa un enfriador exclusivo para convertir el aire caliente en aire acondicionado y refrigeración”, explicó Gilboa.
El directivo expresó que normalmente un generador estándar alcanza una eficiencia del 35 al 40 por ciento en términos de la energía que produce mientras que el prototipo construido por la empresa podría alcanzar el 90% de eficiencia usando el calor de la turbina como fuente de energía. “Usamos menos gas natural para alcanzar el mismo nivel de producción de energía”, destacó.
Las microturbinas de TurboGen pueden generar electricidad y calor de forma independiente durante cinco años antes de requerir mantenimiento. “Las ventajas del sistema son reducir los costos de electricidad y calefacción en los edificios, ofrecer resistencia a los cortes de energía y reducir la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero de los edificios al reemplazar las calderas”, describió Gilboa, que remarcó que la novedosa tecnología también podría reducir los precios inmobiliarios y de alquiler de apartamentos y oficinas.
Comprar la electricidad y no el equipo
ISRAEL21c en Español charló con Gilboa en Manhattan donde se planea la primera instalación comercial de TurboGen en la segunda mitad del próximo año con su socio, EN Power Group.
“En Manhattan, hay un alto incentivo financiero para reemplazar los sistemas existentes con otros más eficientes y el gas natural ya se canaliza a todos los edificios de la ciudad”, dijo el ejecutivo.
El modelo comercial de TurboGen no requiere de ninguna inversión de capital inicial para la configuración e instalación ya que estos costos son absorbidos por TurboGen y sus socios, incluidos los proveedores de gas natural y las empresas de servicios energéticos.
“Nosotros vendemos el sistema, la energía generada por las microturbinas en las instalaciones del cliente. El cliente firma un contrato a largo plazo que incluirá un descuento en las tarifas regulares de energía”, contó Gilboa.
En la actualidad, hay dos tamaños de microturbinas: la TG-40 produce 40KwH y la TG-250 produce 250KwH.
La última mide dos metros de largo, 1,9 metros de alto y 90 centímetros de ancho y se puede configurar un grupo de microturbinas según sea necesario.
“Los sistemas de nuestra competencia son de gran tamaño y son costosos de instalar porque requieren de grúas. Los nuestros pueden ir en un montacargas y son adecuados para edificios más pequeños”, afirmó Gilboa.
Empresa ajustada
TurboGen fue creada en 2014 y recibió subvenciones de la Autoridad de Innovación de Israel y la Fundación BIRD Energy. Hoy ya completa una oferta pública inicial en la Bolsa de Valores de Tel Aviv.
“Comenzamos con una operación muy ajustada de 25 empleados, el 80 por ciento dedicados a investigación y desarrollo, cuya gran parte se hizo en Industrias Rafael. Allí actualizamos el producto, elevando la temperatura para una mayor eficiencia”, explicó el directivo que tiene 40 años de experiencia ejecutiva y fue presidente y director ejecutivo de una empresa de filtración de agua en EEUU.
Previo a su lanzamiento comercial, TurboGen firmó un contrato para la producción en masa a nivel nacional en Beth-El Industries en Zijron Yaakov.
De cara al futuro, Gilboa relató que las microturbinas TurboGen también pueden cargar autos eléctricos en el lugar y que su tecnología patentada de combustibles múltiples permitirá operaciones híbridas que combinen energía solar y gas natural o hidrógeno.
“Habrá antenas solares que absorban la luz solar y envíen el calor a la turbina para producir electricidad durante el día. Por la noche utilizará gas natural o hidrógeno. Cuando el gas hidrógeno esté ampliamente disponible, nuestro sistema podría funcionar al 100 por ciento con recursos verdes renovables”, completó.
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