- La Autoridad Palestina… glorifica a los terroristas y los recompensa a ellos y a sus familias con estipendios mensuales, esencialmente un «programa de empleo» que solicita el asesinato…
- Aquellos que envían a menores a llevar a cabo ataques terroristas deben ser considerados responsables de cometer un crimen contra los palestinos, por poner deliberadamente en peligro a sus hijos, y no solo a Israel.
- Ayyad, que murió durante los violentos enfrentamientos con los soldados israelíes, incluso había escrito un testamento en el que expresaba su deseo de morir como «mártir».
- “Estoy feliz de que Dios haya cumplido uno de mis sueños: el martirio”. Tanto por ser un «niño inocente».
- A los niños palestinos se les lava el cerebro contra Israel desde la cuna y se les pone deliberadamente en peligro, mientras que la ONU y el resto del mundo miran para otro lado.
- Los miembros de la ONU que realizaron una sesión de emergencia para discutir la visita de un judío al Monte del Templo son los mayores hipócritas de todos. Estos supuestos proveedores de virtud no quieren reconocer que el reclutamiento palestino de niños como soldados es la verdadera amenaza para la paz y la seguridad, y no un judío caminando por los terrenos de un lugar sagrado en Jerusalén.
- Habría sido mejor para la ONU y todos los que se apresuraron a condenar la visita de Ben-Gvir si hubieran convocado una sesión de emergencia para ver por qué los niños palestinos están siendo enviados por su propio pueblo a morir en los enfrentamientos con el ejército israelí.
- También habría sido mejor que la ONU celebrara una sesión especial para discutir la responsabilidad de los líderes palestinos por su continua incitación contra Israel y alentar a los menores a buscar la muerte como «mártires».
- La sangre del próximo niño palestino muerto en batalla estará en las manos de los mentirosos en los pasillos de la ONU y en las oficinas de los principales periódicos del mundo, que siguen ignorando las atrocidades palestinas contra su propio pueblo.
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El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) se apresuró a celebrar una sesión de emergencia el 5 de enero porque un judío se atrevió a caminar en el lugar más sagrado del judaísmo, el Monte del Templo en Jerusalén. Dos días antes, ese judío, Itamar Ben-Gvir, Ministro de Seguridad Nacional de Israel, había realizado un silencioso recorrido de 13 minutos por el sitio.
Aunque los judíos que visitan el Monte del Templo a menudo son acosados, amenazados y, a veces, atacados físicamente por musulmanes, la breve gira de Ben-Gvir terminó pacíficamente y ni los musulmanes ni los judíos informaron de incidentes violentos. Aún así, los palestinos y algunos países, calificando la visita como una «provocación peligrosa y sin precedentes», continuaron condenando a Israel por ello.
De manera reveladora, en la misma semana en que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y varios países denunciaban a los judíos por visitar su lugar más sagrado en Jerusalén, los palestinos, en una forma continua de abuso infantil y crímenes de lesa humanidad ignorados regularmente por los medios y la comunidad internacional, estaban enviando nuevamente a menores a atacar a los soldados israelíes en Cisjordania.
Los crímenes contra la humanidad, según las Naciones Unidas, incluyen:
- H. Persecución contra cualquier grupo o colectividad identificable por motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género según se define en el párrafo 3, u otros motivos universalmente reconocidos como inadmisibles en virtud del derecho internacional, en relación con cualquier acto mencionado en este párrafo o cualquier delito dentro de la jurisdicción de la Corte;
- k. Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o lesiones graves al cuerpo o a la salud mental o física.
La explotación de menores palestinos en la guerra contra Israel no es un hecho nuevo. Comenzó inmediatamente después del establecimiento de varios grupos terroristas palestinos, en particular la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) hace más de 50 años. Estos grupos no han dudado en lavarles el cerebro a los niños y reclutarlos como combatientes en la «lucha armada» contra Israel.
En las últimas semanas, los grupos terroristas palestinos que operan en Cisjordania han enviado a menores de 15 a 17 años para que se enfrenten a los soldados israelíes que ingresan a las comunidades palestinas para arrestar a los terroristas. Muchos de los menores están armados con fusiles automáticos y artefactos explosivos improvisados, así como cócteles molotov, piedras y otros objetos.
Cuando estos menores resultan heridos o muertos durante los enfrentamientos con los soldados, los líderes palestinos se apresuran a condenar a Israel por atacar a «niños inocentes». Muchos periodistas extranjeros descuidados y activistas de derechos humanos no tienen ningún problema en repetir la falsa narrativa palestina sobre la muerte de los menores.
Las víctimas más recientes del abuso y la explotación de niños palestinos son Amer Abu Zeitoun, de 16 años, del campo de refugiados de Balata, y Adam Ayyad, de 15 años, del campo de refugiados de Dheisheh. Los dos, que murieron durante enfrentamientos violentos con soldados israelíes en la primera semana de enero, eran todo menos «niños inocentes».
Aquellos que envían a menores a llevar a cabo ataques terroristas deben ser considerados responsables de cometer un crimen contra los palestinos, por poner deliberadamente en peligro a sus hijos, y no solo a Israel.
Abu Zeitoun, según los palestinos, fue uno de varios menores reclutados por los grupos armados en su campamento para monitorear los movimientos de los soldados israelíes que participan en operaciones antiterroristas. Los menores son llamados « Los Guardias del Campamento « y su trabajo es alertar a los terroristas cuando ven soldados en el área.
La facción gobernante Fatah encabezada por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, admitió que Abu Zeitoun estuvo realmente involucrado en los enfrentamientos armados entre los soldados israelíes y los terroristas palestinos. En un cartel publicado el 5 de enero, Fatah elogió a Abu Zeitoun como un «mártir, héroe y luchador».
Al funeral de Abu Zeitoun asistieron decenas de hombres armados, muy probablemente los mismos terroristas que lo reclutaron y lo enviaron a atacar a los soldados israelíes.
La Autoridad Palestina que glorifica a los terroristas y los recompensa a ellos y a sus familias con estipendios mensuales, esencialmente un «programa de empleo» que solicita el asesinato, organizó un «funeral militar» para el menor palestino. Esta es la misma Autoridad Palestina que permite que los grupos terroristas operen libremente en áreas bajo su control. Esta es la misma Autoridad Palestina que no denuncia a los terroristas por explotar a los niños y enviarlos a luchar contra el ejército israelí, uno de los ejércitos más fuertes de Oriente Medio.
La segunda víctima reciente de abuso infantil palestino, Adam Ayyad, tampoco resultó ser un «niño inocente». Según sus amigos y vecinos, Ayyad estaba afiliado al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) de la OLP, un notorio grupo palestino designado como organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá e Israel. Durante su funeral, el cuerpo de Ayyad fue envuelto con la bandera roja del FPLP.
Ayyad, que murió durante los violentos enfrentamientos con los soldados israelíes, incluso había escrito un testamento en el que expresaba su deseo de morir como «mártir».
- “Les digo a todos que el martirio no es solo la muerte”, escribió Ayyad . “El martirio es un orgullo para ti y un orgullo para el mundo entero. El martirio es una verdadera victoria que acaba con tu vida, pero termina siendo feliz. Estoy feliz de que Dios haya cumplido uno de mis sueños: el martirio”.
Tanto por ser un «niño inocente». Al igual que Abu Zeitouneh y otros menores, Ayyad sabía exactamente lo que estaba haciendo y que podía morir mientras atacaba a los soldados israelíes. El FPLP, cuyos líderes reclutaron y enviaron a Ayyad al campo de batalla, más tarde realizó una ceremonia para honrarlo por su «martirio».
Abu Zeitouneh y Ayyad no fueron los únicos menores reclutados por grupos terroristas para llevar a cabo atentados terroristas. En noviembre de 2022, Mahdi Hashash, un niño de 15 años del campo de refugiados de Balata, murió cuando un artefacto explosivo improvisado que estaba preparando para arrojar a los soldados israelíes estalló accidentalmente de forma prematura. Después de su muerte, un grupo terrorista local, llamado Batallón Balata, elogió a Hashash como un «héroe» y un «león».
Los grupos terroristas palestinos están reclutando a menores para llevar a cabo ataques terroristas, mientras que los líderes palestinos y las organizaciones internacionales gritan que «los niños inocentes están siendo asesinados».
A los niños palestinos se les lava el cerebro contra Israel desde la cuna y se les pone deliberadamente en peligro, mientras que la ONU y el resto del mundo miran para otro lado.
Los miembros de la ONU que realizaron una sesión de emergencia para discutir la visita de un judío al Monte del Templo son los mayores hipócritas de todos. Estos supuestos proveedores de virtud no quieren reconocer que el reclutamiento palestino de niños como soldados es la verdadera amenaza para la paz y la seguridad, y no un judío caminando por los terrenos de un lugar sagrado en Jerusalén.
Habría sido mejor para la ONU y todos los que se apresuraron a condenar la visita de Ben-Gvir si hubieran convocado una sesión de emergencia para ver por qué los niños palestinos están siendo enviados por su propio pueblo a morir en los enfrentamientos con el ejército israelí.
También habría sido mejor que la ONU celebrara una sesión especial para discutir la responsabilidad de los líderes palestinos por su continua incitación contra Israel y alentar a los menores a buscar la muerte como «mártires».
Al no poder enfrentar la explotación infantil, la ONU y los enemigos de Israel están poniendo en peligro la vida de más niños palestinos que han sido reclutados para unirse a la jihad (guerra santa) contra Israel y los judíos.
La sangre del próximo niño palestino muerto en batalla estará en las manos de los mentirosos en los pasillos de la ONU y en las oficinas de los principales periódicos del mundo, que siguen ignorando las atrocidades palestinas contra su propio pueblo.
Bassam Tawil es un árabe musulmán residente en el Medio Oriente .
traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
https://www.gatestoneinstitute.org/19313/palestinians-children-terrorists
Tal ejercício impúdico de doble moral, resulta repulsivo a ojos de cualquiera que no esté condicionado por su cortedad de miras, y ceguera partidista …y de ésos existen muchos por desgracia, dispuestos siempre a absolver al culpable y culpar al inocente …en los médios occidentales abundan, y tambien en sectores de la magistratúra, y ¿que decir de la clase politica, convertida en paradígma del embuste siempre y cuando contribuya a favorecer sus intereses electorales? de lo cual por cierto, en España disponemos un ámplio surtido …»vean y pasen» …