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| jueves octubre 10, 2024

Con la neurocientífica uruguaya-israelí Dra. Silvia Kopelman Mandel


La uruguaya-israelí Silvia Mandel-Kopelman de  nacimiento-vive hoy en la ciudad de Haifa, es la mamá de Shirley y Gali , tiene una variadísima agenda de trabajo y se hace tiempo para sus hobbies, que son caminar en la playa, ir al gimnasio, hacer Pilates, leer, visitar museos y disfrutar del arte en general.

Silvia con sus hijas Shirley y Gali

Silvia , nacida en Montevideo, es neurocientifica, consultora de salud cerebral y cognición. Es Doctor en Farmacología de la Facultad de Medicina del Technion, con más de 20 años de experiencia en investigación de enfermedades neurológicas y desarrollo de fármacos. Es directora de proyectos en el “Instituto para el Estudio de la Neurociencia Afectiva” (ISAN) de la Universidad de Haifa.

También es  conferencista académica en el Technion, da charlas sobre “la guía natural para mantener el cerebro sano” y es  columnista  en “Hai Po” Haifa News. Desde 2008, se desempeña como Vicepresidente y Miembro Permanente del Consejo de EPMA («Asociación Europea de Medicina Preventiva y Personalizada»).

En Uruguay estudió en la escuela primaria “Países Bajos” y en paralelo iba a la «holem Aleijem» , donde también continuó sus estudios secundarios. Hizo Preparatorio de Medicina en el Instituto ORT. Y activó en el movimiento juvenil Dror.

Tiene en Uruguay a sus tíos y primos Zwaig.  Y en Israel tiene a su papá, a su hermano César Kopelman, sus hijos y nietos, así como su primo Marcel Zwaig con su señora y su hija. 

 

En el kibutz Hukuk, con su hermano César y su papá Mozes

 

P: Silvia ¿cuándo llegaste a Israel? ¿Y cómo fue tu historia de integración?

R: Llegué a Israel en 1979 y me integré relativamente fácil ya que dominaba el hebreo,  aunque los estudios en este idioma requirieron un nivel más alto. Me anoté  en la Universidad Ben Gurion en el Neguev para estudiar Bioquímica. Tenía claro de antemano que quería estudiar y también hacer Doctorado.

P: Tu mundo es el de la ciencia .  Contanos por favor qué es exactamente lo que hacés.
R: Manejo varios mundos en paralelo. En la universidad asisto en escritura de   artículos científicos y soy asesora de tesis estudiantiles. Y en el Technion doy clase de Desarrollo de drogas a estudiantes de Master y Doctorado.
Además doy consulta en mi clínica de prevención de deterioro cognitivo y asisto a institutos académicos y empresas privadas en la redacción de contenido científico.

 

Neurociencia: emociones, cognición, conducta

P: Me contaste de cara a la entrevista que sos directora de proyectos en el “Instituto para el Estudio de la Neurociencia Afectiva” (ISAN) de la Universidad de Haifa. Neurociencia Afectiva es una disciplina separada? ¿En qué consiste exactamente?

R: La neurociencia afectiva es un área de investigación que se centra en las bases neurales de las emociones, y asume un papel de gran relevancia para las emociones y los afectos en la modulación de la cognición y la conducta. Examina cómo responde el cerebro emocionalmente. Las emociones involucran cambios en el cuerpo, cambios en la actividad del sistema nervioso autónomo, estados de los sentimientos e impulsos de actuar de maneras específicas. La neurociencia afectiva tiene como objetivo comprender cómo las estructuras cerebrales y los transmisores neuroquímicos median las emociones.

P: Y seguramente aquí el tema es también lidiar con trastornos ¿verdad?

R: Claro. Las transtornos afectivos más típicos son la depresión mayor y la bipolar. Estos estados presentan síntomas distintos al trastorno de estrés postraumático (TEPT) y los trastornos de ansiedad,  pero se superponen significativamente. Por ejemplo, alguien con trastorno de ansiedad generalizada puede experimentar síntomas depresivos y alguien con trastorno depresivo mayor puede experimentar un aumento de la ansiedad.

 

El gran temor al deterioro cognitivo

 P:  Hay reglas claras a seguir para impedir deterioro cognitivo? ¿Es realmente algo manejable de antemano o hay genética contra la que uno no puede hacer nada?
R: Te diré que la mayoría de nosotros le tememos al envejecimiento que puede traer consigo la pérdida de memoria y la función cognitiva o incluso la demencia. Este miedo se debe principalmente al hecho de que no existe ningún fármaco que pueda inhibir o curar el deterioro cognitivo que se produce con la edad. Esta debilitacion cerebral se expresa generalmente a 2 niveles principales:

A)               pérdida de memoria y B) disminución de las funciones cognitivas: atención, ejecución de tareas, toma de decisiones, planificación, juicio, inteligencia y cambios de comportamiento y personalidad.

Pero no solo el envejecimiento o enfermedades neurológicas afectan el cerebro.

Disertando sobre la evolución del cerebro con el tiempo

 

P: ¿Qué otra cosa influye? ¿Formas de vida determinadas?

R: Sabemos que la epidemia de COVID-19 condujo a un período de implementación de medidas sin precedentes en Israel y en todo el mundo de «distanciamiento social» para limitar la propagación del virus. Como resultado de la cuarentena, muchas personas experimentan problemas físicos y mentales a corto y largo plazo, que incluyen estrés por lo desconocido, ansiedad, depresión, agotamiento emocional, mayor uso de medicamentos psicóticos y consumo de drogas. Las personas duermen menos horas con mala calidad del sueño, hacen menos ejercicio y comen más alimentos no saludables. Sin duda esta falta de contacto también llamada – «hambre de piel» – ha cobrado un precio muy alto especialmente en la población anciana.

P: Mencioné antes el tema de formas de vida…¿Hay lo que hacer o el deterioro cognitivo es ineludible?

R: El deterioro cognitivo no es un decreto del cielo. Durante siglos es sabido que el estilo de vida que uno adopta tiene un impacto crucial en el destino de nuestra cognición. Actividades simples como aprender cosas nuevas, involucrarse socialmente, jugar, hacer ejercicio, comer bien, dormir las horas suficientes, reir mucho hasta de uno mismo , empatía y generosidad, contribuyen significativamente a fortalecer las funciones del cerebro, la memoria y el estado de ánimo.

P: Suena alentador. Y es interesante que hay cosas que requieren esfuerzo y otras que derivan simplemente de la personalidad de cada uno.

R: Es que uno puede considerar el cerebro como un músculo. A medida que persevera en los deportes, meditación, alimentación saludable,  aprendizaje de cosas nuevas como lenguas, tocar un instrumento musical, leer libros y reunirse con amigos, aumenta la conectividad cerebral llevando a una mayor cantidad e intensidad de contactos, entre las células cerebrales (neuronas). Este fenómeno se conoce come «flexibilidad cerebral» (neuroplasticidad) y expresa la capacidad del cerebro para reformarse, tanto física como funcionalmente, a lo largo de la vida, sin límite de edad.

Por cierto la genética juega un papel muy importante en el mantenimiento de las funciones mentales: una tendencia natural a tener niveles bajos de colesterol, triglicéridos y glucosa , así como presión normal y una conflexión física regular se suman a los efectos saludables de por sí de un estilo de vida sana . Las personas que se las consideran “SUPER AGERS” se ha demostrado que poseen un perfil genético especial que les confiere una estructura cerebral que corresponde a aquella presente en individuos de 20 años menores.

P: ¿Hay consejos prácticos para intentar preservar el nivel cognitivo?

R: La literatura acumulada durante los últimos años ha llevado a crear consejos estatales e internacionales como la Organización Mundial de la Salud,  con el fin de compilar una lista de recomendaciones para evitar o retardar la prevalencia de demencia en la población mayor con facultades cognitivas intactas o con deterioro leve de cognición. Encabezando esta lista se identifican 3 áreas claves que contribuyen significativamente al mantenimiento de la cognición: nutrición sana y equilibrada, interaccion social y aprendizaje de nuevas cosas y la actividad física.

Una dieta sana y variada como la dieta mediterránea es fundamental para un cerebro sano. Esta incluye alimentos ricos en fibra, frutas, verduras, aceite de oliva, pescado, legumbres, lácteos magros, cereales integrales, al tiempo que reduce el consumo de carnes rojas, grasas saturadas y alimentos procesados. Específicamente, en ciertas frutas y verduras se ha identificado una clase de antioxidantes denominados POLYFENOLES que ejercen un impacto especial en el aprendizaje , la memoria y la cognición. Estos se encuentran principalmente en arándanos, uvas rojas, té verde, vino tinto, cacao, curcumina, soya, nueces, vegetales de hoja verde, aceite de oliva y cítricos.

Los polifenoles son un grupo de compuestos vegetales que se caracterizan por tener una estructura química similar, y tienen muchas y variadas actividades como actividad antioxidante, antiinflamatoria y aceleradora de la proliferación de buenas cepas bacterianas en el intestino que evitan que las toxinas ingresen al torrente sanguíneo y de allí al cerebro.

El descubrimiento de las propiedades del té verde

P: Y hablando de cosas sanas… ¿Vos descubriste las propiedades del té verde o es un mito difundido por gente que te admira?

R: Es cierto. Eso data de fines del siglo pasado cuando decidí investigar el té verde y su componente principal, EGCG. Mi grupo de investigación fue uno de los pioneros en el mundo en estudiar sus efectos sobre la salud del cerebro y las enfermedades de Parkinson y Alzheimer. Mis estudios al respecto han sido publicados  en 115 artículos académicos en revistas y libros internacionales.

P: ¿Qué es exactamente el EGCG?

R: EGCG es una abreviatura de Epi Gallo Catechin Gallate y es el principal ingrediente activo del té verde. Pertenece a los antioxidantes naturales polifenoles o catequinas que son equivalentes en potencia a la vitamina C o E, dos antioxidantes muy potentes. Las catequinas se encuentran en muchos alimentos como el chocolate amargo, el vino, las fresas, los arándanos, el jugo de granada y, por supuesto, el té verde.

P: ¿Por qué es importante? ¿Qué descubrimos en el laboratorio?

R: Pues bien, durante el envejecimiento hay una acumulación en el cerebro de sustancias tóxicas llamadas radicales libres y también de hierro que juntas, provocan una especie de «herrumbre cerebral», similar al hierro oxidado por la exposición al aire. Por lo tanto, mi suposición en ese entonces había sido que los antioxidantes que se encuentran en el té verde podrían proteger al cerebro.

En un experimento preliminar, administramos a ratones que padecían de un estado correlativo a Parkinson humano, un extracto de té verde rico en antioxidantes, o EGCG puro en una cantidad equivalente a beber de 2 a 4 tazas al día. Para nuestra sorpresa, el tratamiento salvó las células nerviosas que habían sido dañadas como resultado de la enfermedad. En otro estudio, encontramos que EGCG ataca y mata una sustancia tóxica llamada beta-amiloide, que se acumula en la corteza cerebral de los pacientes con Alzheimer y también restaura la memoria de los animales. También activó las ‘centrales energéticas de las neuronas, las mitocondrias, para que las células recibieran más suministro de energía para su existencia.

Los estudios epidemiológicos muestran que las personas que beben 1-2 tazas de té verde al día tienen una baja incidencia de trastornos cognitivos a edad tardía.

P: ¿Cuál es la diferencia entre el té negro y el té verde?

R: Tanto el té negro como el té verde se extraen de una planta llamada Camelia Sinensis, la diferencia está en la forma en que se procesan. En  Té verde las hojas de la planta se recogen cuando son jóvenes y se secan poco después de ser recogidas, mientras que el té negro sufre un secado y oxidación prolongados y por lo tanto su color es oscuro. A la ingesta de té se le atribuyen efectos beneficiosos en un gran número de enfermedades como inflamación, diabetes, dolor abdominal, cáncer, mejora de la memoria, etc.

La pregunta del «millón de dólares» es  si el té verde garantizará un envejecimiento seguro o sólo retrasará la demencia .

El desafío de desarrollar medicamentos

P: Fuiste Científica jefe de la gran empresa farmacológica israelí Teva. El hecho que ahora esté en problemas económicos no quita que haya sido sumamente exitosa. Qué significó ese cargo para ti? Cuál era tu  papel?

R: A Teva llegué luego de 15 años de ser Directora de investigación del Centro de Enfermedades Neurodegenerativas del Technion. Allí empezó mi entrenamiento en Neurociencia y tratamientos y posteriormente como Directora de proyectos neuropsiquiátricos en la división de Investigacion y desarrollo de Teva Pharmaceuticals.
Esto comprendía la planificación estratégica  para priorizar los experimentos necesarios para  preparación del paquete de IND (investigational new drug) que se presentaría a las autoridades regulatorias.

P: Una de tus grandes áreas es el desarrollo de fármacos, de medicamentos. ¿Hay una regla general que lo abarque todo, aparte del desafío que me supongo constituye cada uno, según la dolencia a la que se quiere combatir? 

R: En rasgos generales el proceso de desarrollo de drogas es similar y comprende varias etapas importantes: investigación y desarrollo; revisión regulatoria y aprobación para experimentar en humanos (fases 1-4); fabricación a larga escala, distribución y comercialización de medicamentos; cada etapa contiene múltiples puntos críticos de control en los que se pueden abordar la calidad, la seguridad y la eficacia, y en los que pueden ocurrir averías.

P:  Desde Copaxone, para la esclerosis múltiple, no ha salido de Israel  creo yo ningún remedio de alcance mundial. ¿Estabas en Teva cuando fue creado?

R: No, en ese entonces yo estaba en el Technion. En conjunto con Teva yo formaba parte del equipo que desarrollaba la segunda droga de desarrollo completo – Azilect- para síntomas de Parkinson.

 

P: Ultimamente se publicó bastante sobre remedios israelíes que están siendo desarrollados para el Coronavirus, uno del Profesor Dror Mevorach de Hadassah y la compañía Enlivex y el otro del Profesor Nadir Arber del Ichilov. Está claro que aún se hallan en fases experimentales. De lo que ves desde afuera ¿te parecen prometedores?

R: En mi opinión esta muy bien tener en el arsenal varios tipos de drogas que están destinadas a distintas etapas de evolución de la enfermedad, desde prevención hasta tratamiento y además que posean diferentes mecanismos de acción, asi  la  eficacia y las posibilidades de mejorar se superan.

 

P: ¿Cuáles son las enfermedades neurológicas más complejas y más comunes conocidas hoy?  

R: Los trastornos neurológicos más frecuentes son diversos.

-Por un lado, el dolor de cabeza, en una variedad de diferentes tipos como migrañas, dolores de cabeza en racimo y dolores de cabeza por tensión. -También el Accidente cerebrovascular (stroke), que es cuando el cerebro experimenta una disminución en el suministro de sangre y se provoca daño cerebral.

-La Epilepsia, que se caracteriza por una actividad eléctrica anormal en el cerebro que pueden provocar convulsiones.

– Enfermedad de Parkinson, asociado con el sistema motriz y se caracteriza por la pérdida de células cerebrales productoras de dopamina. El enfermo de Parkinson puede experimentar temblores en las manos, brazos, piernas, cara, problemas de equilibrio y la coordinación.

-Demencia incluyendo Alzheimer’s. Estas afecciones neurológicas afectan la memoria y la capacidad de pensar de una persona. Cuando ocurren los primeros cambios de la enfermedad de Alzheimer, el cerebro inicialmente los compensa, permitiendo a las personas continuar funcionando normalmente. Como el daño al nervio células continúa, el cerebro ya no puede compensar por los cambios, y los individuos muestran un sutil declive en la función cognitiva.

El Alzheimer generalmente se asocia con el envejecimiento y, desafortunadamente, los médicos aún no han encontrado una cura. Sin embargo, existen tratamientos que pueden mejorar la calidad de vida del paciente.

La esperanza

P: ¿Es ciencia ficción pensar que llegará el día en que todo será curable?

R: ¡Es la pregunta del millón de dólares! Una pregunta que todavía no tiene respuesta. ¿Terapia con células madre,  ingeniería de órganos y tejidos? No existe la píldora mágica. Lo que sí se puede afirmar es que se puede imaginar un futuro con una vida saludable que traiga consigo una calidad de vida unida a ella, donde la manifestación de enfermedades se va posponiendo. En realidad ya lo estamos sintiendo, hoy la gente vive mas años y la calidad de vida avanza a paso acelerado. Los 80 de hoy son los 60 de unas decenas de años atrás. Los avances de higiene y de tecnología asi como el desarrollo de fármacos cada vez más personalizados y más precisos, nos permitirán una velocidad de escape de la longevidad por lo menos por 20-30 años.

P: Silvia, te agradezco por esta impresionante entrevista y te felicito por tu gigantesca carrera.

R: Muchas gracias Ana.

 

 
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