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| sábado noviembre 23, 2024

Abbas a Líderes Árabes: ¡Váyanse al Infierno!


 

[Cuando el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, se dirigió a la Asamblea General de la ONU, el 22 de septiembre de 2016, no compartió con los líderes mundiales que sus hermanos árabes lo están presionando para introducir importantes reformas en su facción Fatah, y permitir que vuelvan algunos de sus líderes expulsados, incluyendo al rival de Abbas, Mohamed Dahlan (recuadro).]

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld 

-Abbas y líderes de Fatah en Ramallah afirman que Egipto, Arabia Saudita, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos (el «Cuarteto Árabe») están utilizando y promoviendo al rival de Abbas, Mohamed Dahlan, con el fin de facilitar su misión de acercamiento con Israel.

-Muchos palestinos se sorprendieron al ver al veterano funcionario palestino, Ahmed Qurei, ex primer ministro de la Autoridad Palestina (AP) y uno de los arquitectos de los Acuerdos de Oslo, mostrarse a favor del plan árabe, que básicamente contempla expulsar del poder a Abbas.

-Esto, y no la política israelí, es la verdadera pesadilla de Abbas. Después de todo, sabe que sin la presencia de Israel en la Margen Occidental, hace mucho que su régimen habría caído en manos de Hamas o incluso en la de sus rivales políticos en Fatah. 

-El plan del «Cuarteto árabe» muestra que algunos países árabes están realmente hartos del fracaso de Abbas en conducir a su pueblo hacia una vida mejor. Estos estados, que durante mucho tiempo han apoyado política y financieramente a los palestinos, han tenido suficiente de los esfuerzos de Abbas para asegurarse un poder ilimitado – a costa directamente del bienestar de su pueblo.

En su discurso de la semana pasada ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, sacó a relucir sus usuales acusaciones en contra de Israel, citando un «castigo colectivo», «demolición de viviendas», «ejecuciones extrajudiciales» y «limpieza étnica». Sin embargo, los pensamientos de Abbas parecen estar en otro lugar en estos días. Se enfrenta a un nuevo desafío de grupos inesperados, es decir, varios países árabes que se han unido para exigir que reforme a su gobernante facción Fatah y allane el camino para el surgimiento de una nueva dirección palestina.

Sin embargo, esto no se incluyó en el discurso de la ONU. Realmente, ¿por qué compartiría Abbas con los líderes mundiales el que sus hermanos árabes lo están presionando para que introduzca importantes reformas en Fatah y poner fin a una lucha por el poder de una década con Hamas, que ha dado como resultado la creación de dos entes palestinos separados en la Margen Occidental y la Franja de Gaza?

Abbas, admiten sus asistentes, está hoy más preocupado por la «intromisión árabe» en los asuntos internos de los palestinos de lo que está acerca del «castigo colectivo» o las «actividades de asentamiento». De hecho, está tan preocupado que recientemente fustigó a los países árabes que han lanzado una iniciativa para «reorganizar la casa palestina desde dentro» y provocar cambios en la escena política palestina.

Los países árabes detrás de la iniciativa – Egipto, Arabia Saudita, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos – son denominados por muchos palestinos como el «Cuarteto Árabe».

En una crítica sin precedentes a estos países, Abbas declaró recientemente:

«La decisión es nuestra y somos los únicos que toman las decisiones. Nadie tiene autoridad sobre nosotros. Nadie puede dictarnos qué hay que hacer. No me importa el malestar de Washington, Moscú u otras capitales. No quiero oír hablar de estas capitales. No quiero el dinero de estas capitales. Liberémonos de la «influencia» de estas capitales».

Aunque no mencionó a los cuatro países árabes por su nombre, estaba claro que Abbas se refería al «Cuarteto Árabe» cuando habló de «capitales», su influencia y su dinero. El mensaje de Abbas: «¿Cómo se atreve cualquier país árabe a decirme qué hacer, no importa cuán rico e influyente sea?». Abbas ve la demanda, por parte de estos países árabes, de un nuevo liderazgo palestino, de unidad y de reformas en Fatah como «inaceptable intromisión en los asuntos internos de los palestinos».

Así que, ¿qué hay en la nueva iniciativa árabe que tanto enfureció a Abbas, hasta el punto de que está dispuesto a poner en riesgo sus relaciones con cuatro de los estados más preeminentes del mundo árabe?

Según informes de medios de comunicación árabes, el «Cuarteto Árabe» ha elaborado un plan para «activar el portafolio palestino», poniendo fin a la disputa entre Fatah de Abbas y Hamas. El plan también insta a poner fin al cisma dentro de Fatah permitiendo que algunos de sus líderes expulsados, incluyendo a Mohamed Dahlan, vuelvan a la facción. El objetivo general del plan es unir la Margen Occidental y la Franja de Gaza bajo una autoridad y poner fin al estado de anarquía política en los territorios controlados por la Autoridad Palestina y Hamas. El «Cuarteto Árabe» incluso ha formado un comité para supervisar la implementación de cualquier acuerdo de «reconciliación» que se alcance entre Fatah y Hamas, Abbas y sus adversarios en Fatah. De acuerdo con el plan, si no se llega a un acuerdo, la Liga Árabe intervendrá para «implementar la reconciliación» entre las partes palestinas rivales.

La principal preocupación de Abbas no es una «reconciliación» con Hamas. De hecho, ha expresado reiteradamente su disposición a formar un gobierno de unidad con Hamas y poner fin a la disputa con el movimiento islamista. En las últimas semanas, ha habido incluso renovadas conversaciones entre Fatah y Hamas en Qatar, para lograr la «unidad» y la «reconciliación» entre las dos partes rivales. Más bien, es el intento de coaccionar a Abbas para que se reconcilie con Dahlan lo que le está molestando realmente al presidente de la AP. En la visión de una fuente cercana a Abbas, él (Abbas) prefiere hacer la paz con Hamas que «tragar la copa de veneno» de hacer las paces con Dahlan.

Abbas alberga una muy particular aversión hacia Dahlan. Hasta hace cinco años, Dahlan fue un funcionario de alto rango de Fatah, que durante mucho tiempo había estado asociado estrechamente con Abbas. Alguna vez, Abbas y Dahlan, ex comandante de seguridad en la Franja de Gaza, formaron una alianza contra Yasser Arafat, el ex presidente de la AP. Pero la luna de miel entre Abbas y Dahlan llegó a su fin hace un par de años, después de que Abbas y sus lugartenientes en Ramallah comenzaron a sospechar que Dahlan tenía la ambición de reemplazar o suceder a Abbas. A petición de Abbas, Dahlan fue expulsado de Fatah y acusado de asesinato, corrupción financiera y de conspirar para derrocar al régimen de Abbas. Desde entonces, desde su exilio en los Emiratos Árabes Unidos, Dahlan ha estado llevando a cabo una campaña contra Abbas, de 81 años de edad, acusándolo a él y a sus dos ricos hijos de conducir la AP como si fuera su feudo privado.

Tal es el desprecio de Abbas por Dahlan, la semana pasada, dio instrucciones a las autoridades de las AP de prohibir que la esposa de Dahlan, Jalilah, entre en la Franja de Gaza. Jalilah conduce y financia una serie de organizaciones benéficas en la Franja de Gaza controlada por Hamas. Sus actividades son vistas por Abbas como un intento de construir bases de poder para su marido y allanar el camino para su regreso a la escena política. La decisión de Abbas para prohibir que entre a la Franja de Gaza se produjo después de informes de que ella y su marido estaban planeando organizar y financiar una boda colectiva de decenas de parejas palestinas empobrecidas. La financiación, por supuesto, proviene de los Emiratos Árabes Unidos, cuyos gobernantes le han estado proporcionando al matrimonio Dahlan, durante varios años, refugio y dinero.

Cuando Abbas dice que «no quiere el dinero» de ciertas capitales árabes, entonces, se está refiriendo a los Emiratos Árabes Unidos y a Arabia Saudita. Sospecha fuertemente que estos dos ricos países están invirtiendo fondos en Dahlan como parte de un plan para sustituirlo y allanar el camino para el surgimiento de un nuevo liderazgo palestino. Para Abbas, quien se ha negado a nombrar a un vice o promover un potencial sucesor, esta es una muy seria amenaza para su autocrático gobierno y una «conspiración» de terceros contra él y su liderazgo de la Autoridad Palestina.

Abbas y líderes de Fatah en Ramallah afirman que Egipto, Arabia Saudita, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos (el «Cuarteto Árabe») están utilizando y promoviendo al rival de Abbas, Mohamed Dahlan, con el fin de facilitar su misión de acercamiento con Israel – todo ello a expensas de los palestinos. Afirman que los cuatro países árabes están utilizando y promoviendo a Dahlan con el fin de facilitar su misión de acercamiento con Israel. Estos países han llegado a la conclusión de que mientras Abbas y el actual liderazgo de la AP estén alrededor, será muy difícil iniciar cualquier forma de «normalización» o tratados de paz entre los países árabes e Israel. La posición del liderazgo de la AP ha sido siempre que la paz entre los países árabes e Israel debe venir sólo después, y no antes, de que se resuelva el conflicto palestino-israelí.

Según el analista político palestino Mustafa Ibrahim:

«El plan del Cuarteto Árabe se prepara para la época transicional post- Abbas y las negociaciones de paz entre los países árabes e Israel. El plan está diseñado para servir a los intereses de los regímenes árabes más que a poner fin a las divisiones entre los palestinos. El objetivo es eliminar la causa palestina y encontrar una alternativa al presidente Abbas».

Este análisis refleja los puntos de vista de Abbas y sus veteranos líderes de la Autoridad Palestina en Ramallah, que siguen siendo extremadamente cuidadosos sobre cualquier conversación sobre la sucesión en la dirección de la AP.

Curiosamente, la iniciativa del «Cuarteto Árabe», por ahora, parece haber dividido a los funcionarios palestinos, con algunos dando la bienvenida, y otros rechazándola.

Al criticar a Abbas y al liderazgo de Fatah por estar en contra del plan, Hassan Asfour, un funcionario de alto rango de Fatah y ex ministro de estado de la AP, instó a Abbas a reconsiderar su “poco práctica, irracional y precipitada» decisión de descartar la iniciativa de los cuatro países árabes. Asfour señaló que la reciente crítica de Abbas a estos países era «perjudicial» e «injustificada». Colaboradores cercanos de Abbas han replicado afirmando que Asfour era un aliado político de Dahlan y por lo tanto tiene una agenda evidente.

Muchos palestinos se sorprendieron al ver al veterano funcionario palestino, Ahmed Qurei, ex primer ministro de la AP y uno de los arquitectos de los Acuerdos de Oslo, mostrarse a favor del plan del «Cuarteto Árabe» que, básicamente, contempla expulsar del poder a Abbas. Cercanos asesores de Abbas afirman que Qurei se ha unido a Dahlan en su esfuerzo para lograr un cambio de régimen en Ramallah.

Dahlan, por su parte, ha lanzado su propia iniciativa llamando a una reunión «ampliada» de las facciones palestinas en El Cairo, para discutir las maneras de lograr un cambio real en la arena política palestina. Por lo tanto, Dahlan ha abandonado las actividades detrás del escenario hacia movidas políticas para derrocar a Abbas. Y para esto cuenta con el apoyo político y financiero de al menos cuatro países árabes importantes a quienes también les gustaría ver el fin de la era Abbas. Esta es la primera vez que un funcionario de alto rango palestino ha desafiado abiertamente a la dirección de la AP con el apoyo de países árabes. Se prevé que al menos 600 personas asistirán a la conferencia patrocinada por Dahlan en la capital egipcia. El liderazgo de la AP está ahora amenazando con represalias contra cualquiera que asista a la conferencia, cortando sus salarios. Esto sólo profundizará la crisis en el Fatah de Abbas y producirá aún más lucha interna.

Abbas, sin duda, tenía estos pensamientos en mente cuando se dirigió a la Asamblea General de la ONU – la nueva «conspiración» árabe para reemplazarlo por Dahlan, o algún otro. Esta, y no la política israelí, es la verdadera pesadilla de Abbas. Después de todo, sabe que sin la presencia de Israel en la Margen Occidental, hace mucho que su régimen habría caído en manos de Hamas o, incluso, en las de sus rivales políticos en Fatah.

El plan del «Cuarteto Árabe» muestra que algunos países árabes están realmente hartos del fracaso de Abbas en conducir a su pueblo hacia una vida mejor. Estos estados, que durante mucho tiempo han apoyado política y financieramente a los palestinos, han tenido suficiente de los esfuerzos de Abbas para asegurarse un poder ilimitado – a costa directamente del bienestar de su pueblo. No pasará mucho tiempo antes de que veamos si estos países árabes, ahora burlados por Abbas, tendrán éxito en librar a los palestinos de líderes que los conducen hacia nada más que la ruina.

Khaled Abu Toameh, un galardonado periodista, se basa en Jerusalén

 

https://www.gatestoneinstitute.org/9023/abbas-arab-states

 

 
Comentarios

Quizas el problema de Abbas es que si el cuarteto lo destituye no podrà favorecerse de la ayuda de esos paises arabes hacia los palestinos que desde la guerra con Israel no fue capaz de construir casa hospitales y mezquitas y que los pobres plestinos no puedan vivir con dignidad ya que ese dinero fuera desviado para los terroristas de Hamas

Perdio los papeles,los arabes no lo toman en serio es mas ningun pais arabe quiere a los palestinos en sus territorios solo de boca los apoyan y por motivos religiosos

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