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| jueves noviembre 21, 2024

Aprendiendo sobre historia judía y de la humanidad, en el gran Tesoro de Israel

Con el Dr. Adolfo Roitman, Director y Curador del Santuario del Libro Aquí se exponen los milenarios Rollos del Mar Muerto.


Mucha gente conoce la imagen, esa singular cúpula blanca que resalta en las fotos de la entrada al Museo Israel. Es el “Heijal Hasefer”, el Santuario del Libro, una de las visitas ineludibles para quienes se interesan en cultura y en historia universal, y saben que pueden encontrar lo más singular en este ícono de la cultura israelí.

Allí se expone lo que su gran conocedor, el Dr. Adolfo Roitman, presenta como el Tesoro Nacional: los Rollos del Mar Muerto, los primeros de los cuales fueron descubiertos hace ya algo más de 70 años.

Esta entrevista no es de hoy, tiene ya un tiempo. Sigue valiendo la pena, por eso volvemos  a compartirla.

Aquí está guardado el Rollo de Isaías, en condiciones especiales de preservación. Foto: Museo Israel

Adolfo, nos están recibiendo justamente en un sitio muy especial…

Así es.Estamos en el edificio que fue inaugurado en 1975 y que realmente desde entonces se transformó en un verdadero ícono cultural de Jerusalén, de Israel, a nivel mundial. En esta sala están los mundialmente famosos rollos del Mar Muerto, los originales, a excepción del rollo de Isaías completo, que se encuentra en el centro del edificio. Llega aquí un promedio de entre 1.500 y 2.000 visitantes por día, lo que prueba realmente el interés, a nivel mundial, que representa este lugar.

¿Por qué? Recordemos qué  son los manuscritos del Mar Muerto.

Son manuscritos judíos antiguo hallados entre 1947 y 1956 en 11 cuevas próximas a un lugar llamado Qumrán, que se encuentra en la costa noroccidental del Mar Muerto, unos 35 kilómetros al este de Jerusalén. Se encontraron unos 20.000 fragmentos que cuando fueron reconstruidos por los especialistas resultaron ser alrededor de 1.000 manuscritos.

Y son  importantes a nivel mundial para la civilización judeo-cristiana occidental, no sólo para el pueblo judío.

Fundamentalmente la fama de estos manuscritos se debe a que entre esos 1.000 manuscritos, un cuarto, unos 230, son copias de todos los libros de la Biblia hebrea a excepción del libro de Esther. Y entre ellos tenemos manuscritos de hace 2.300 años. El hecho mismo de que se hayan encontrado en Qumrán los manuscritos bíblicos más antiguos del mundo ya es un verdadero acicate para que los miles de visitantes vengan y vean este tesoro cultural, que ya no es solamente del pueblo judío sino de la humanidad. Pero además de eso, dentro de los rollos del Mar Muerto encontramos documentos cuya existencia no conocíamos en muchos casos, entre los manuscritos hallamos materiales astrológicos, astronómicos, litúrgico, mágico… Tenemos una gama muy variada de literatura que realmente representa una de las grandes revoluciones intelectuales del siglo XX, porque ha marcado un parte de aguas entre todo lo que nosotros creíamos conocer acerca de la época del Segundo Templo y lo que conocemos hoy, después del descubrimiento. Es precisamente en esa época en la que se va a originar el judaísmo histórico y el cristianismo, dos de los tres fundamentos de Occidente junto con la cultura grecorromana. En ese sentido, los rollos del Mar Muerto vienen de una época esencial en la historia de Occidente.

Y su importancia no es por cierto sólo para gente creyente.

Claro que no. Son textos que hablan fundamentalmente del espíritu humano y en ese sentido tienen que interesar a cualquier hombre de buena voluntad que busca en la literatura y el pensamiento de los antiguos el sentido de la existencia. Estos textos tratan de eso, tratan sobre Dios, sobre el concepto de pacto, de hombre, pecado, salvación, temas que han preocupado a los hombres desde sus orígenes, en ese sentido no necesariamente tiene que ser una persona religiosa. Así que tanto los que les interesan las cuestiones del espíritu como los que les interesa la arqueología, la historia antigua o, en general, la historia de la humanidad, están invitados a ver los rollos del Mar Muerto.

 

Deuteronomio, el último libro de la Torá, el Pentateuco. Foto: Museo Israel.

Recordemos que hoy, gran parte de esto se puede ver por internet.

Así es. En setiembre de 2011 por primera vez en la historia, cinco de los ocho manuscritos de esta colección fueron subidos a internet por medio de una plataforma tecnológica que Google hizo para nosotros, que permite ver en todo el mundo estos rollos en imágenes con una calidad de 1200 megapíxeles.  Pero a mi criterio, eso no puede sustituir en absoluto lo que significa  verlos personalmente. Sería como no viajar a París porque se puede ver fotos .

Creo que precisamente el poder ver estos documentos por medio de internet lo que hace es darle más ganas a uno de ver el documento original, el saber que uno está viendo un documento que fue escrito hace 2.000 años por un ser humano como nosotros de cuya memoria lo único que queda es el texto.

Años atrás recibiste a un grupo de periodistas y nos mostraste rollos a resguardo especial , cajas fuertes y códigos de por medio. Recordemos qué era eso.

Obviamente los museos no tienen todos sus tesoros en exhibición, y además debido a la sensibilidad de estos manuscritos estamos obligados por regulaciones internacionales a hacer rotaciones de materiales. Los que no están regularmente en exhibición los tenemos en una sala que, literalmente, es un búnker, como el del primer ministro, en donde estos tesoros nacionales están protegidos. Es eso lo que viste años atrás. Es más fácil entrar al Pentágono que a esa sala.

 

Extremo cuidado al tratar con los rollos y fragmentos. Aquí, en el laboratorio especial de la Autoridad de Antiguedades de Israel . (FOTO: IAA)

PRECAUCIONES ESPECIALES

El Santuario del Libro fue diseñado en los primeros años de la década del 60, en el siglo pasado, cuando el Museo de Jerusalem se encontraba a solamente un kilómetro en línea aérea de la línea de cese de fuego con Jordania.  Siempre se temía que en un comienzo de hostilidades el lugar fuera bombardeado y no hubiera quién pudiera salvar los manuscritos. Por eso en la vitrina central, donde hoy se encuentra una copia del rollo de Isaías pero en el año 1965 era el original el que estaba en exhibición -precisamente considerando que es el mayor tesoro cultural que tiene el pueblo de Israel en el mundo y temiendo que no hubiera tiempo de sacarlo- se construyó una estructura que simplemente con empujarla y tirar hacia abajo, queda protegida.

La vitrina está construida alrededor de un eje, la idea era que entrara dentro de un pozo, que existe hasta hoy en día. Eso funcionó antes de la Guerra de los Seis Días, la estructura adentro tiene unas pesas, por lo que simplemente haciendo fuerza uno puede mover la vitrina alrededor del eje, cosa que el manuscrito quede sellado dentro de ese pozo.

Aquí hay por ejemplo una copia del  rollo de Isaías, entre muchos más. ¿Ha sido expuesta en otros lados?

No, este tesoro nacional nunca ha de ser expuesto fuera del Santuario del Libro. Nadie lo va a sacar, nadie va a tomar ningún riesgo, es un verdadero tesoro nacional. Después de que fueran sacados de exhibición permanente a fines de la década del 60, la última vez que estuvieron en exhibición fue en el año 2008, en la celebración del 60º aniversario de la independencia del Estado de Israel. Para el preview de esa exhibición invitamos en su segunda visita al presidente de Estados Unidos, George Bush hijo, que vino aquí con el entonces primer ministro Ehud Olmert, a ver por unos minutos el rollo de Isaías original. Estuvo en exhibición de forma completa hasta fines de la década del 60 y desde entonces solo está la copia en el centro del edificio. Todos los demás rollos expuestos, sí son los originales. Nuestra función no es solamente exhibir, sino también preservar los documentos para las próximas generaciones.

EL DESCUBRIMIENTO

Los rollos fueron hallados en once cuevas y hace  poco se halló una duodécima cueva en la que está claro que había habido rollos.¿Tu  imaginación vuela pensando cuántas otras puede haber?

No es imposible imaginar que haya otras cuevas con manuscritos, es dable esperar que incluso puedan encontrarse otras cuevas. Lo que sí sucedió es que esta cueva ya había sido hallada a fines de los 40 o en los 50 por los mismos beduinos, por lo tanto, lo que encontraron fueron los restos que no se llevaron los beduinos. Pero nunca sabemos. Además, dado que todo el Mar Muerto es una zona de actividad sísmica, sabemos que a lo largo de estos 2.000 años los terremotos en muchos casos han sellado cuevas existentes, por lo tanto, puede ser que ciertas cuevas que hoy no están al descubierto en el caso de que sean descubiertas pueden contener nuevos documentos.

¿Cómo resumirías esa historia del descubrimiento?

Tiene mucha cosa de Indiana Jones.El descubrimiento de los rollos tiene, realmente, mucho de Hollywood. Los primeros siete rollos fueron hallados de manera casual por beduinos por el invierno de 1946 o 1947. Tres de esos siete rollos fueron adquiridos por uno de los primeros arqueólogos del movimiento sionista, fundador del Departamento de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalén, profesor Eleazar Sukenik, y los otros cuatro los compró el director del monasterio sirio jacobita del este de Jerusalén Atanasio Samuel. Es decir, los primeros siete rollos se dividen ahora en dos grupos: tres los tiene un judío y cuatro un sacerdote. Ya parece el comienzo de un chiste, ¿no? Estos cuatro manuscritos fueron sacados de Israel y llevados a Estados Unidos con el propósito de ser vendidos y finalmente, al no tener éxito, el 1º de junio de 1954 Atanasio Samuel pone un aviso en el diario ofreciendo a la venta rollos del Mar Muerto, ¿quién se lo puede imaginar?

¿Él entendía lo que era?

Ya sabía de la importancia, él los había comprado por lo que serían hoy unos 100 dólares y estaba pidiendo un millón por venderlos. El destino hizo que quien finalmente fue a comprar esos manuscritos en nombre del Estado de Israel era el hijo de Sukenik, el gran arqueólogo de la historia del Estado judío, que es Yigael Yadin. Él compra esos cuatro manuscritos que finalmente son llevados de regreso a Israel.

¿Cuánto pagó?

Un cuarto millón de dólares, que era una cifra extraordinaria para esos años. Esa primera colección de siete manuscritos es la que será la base de esta institución y todo el edificio fue construido para esos primeros siete manuscritos hallados hace 70 años.

Después, entre el año 1949 y 1956, en otras diez cuevas, en la época en la que el territorio de Samaria y Judea estaba controlado por Jordania, hasta la Guerra de los Seis Días, por un lado los arqueólogos, comandados por el gran biblista y arqueólogo Roland Debau, el director de la escuela bíblica francesa de arqueología hasta hoy en día, ubicada en el este de Jerusalén, junto con los beduinos, hallaron casi 1.000 manuscritos muy fragmentados, unos 20.000 fragmentos. Los rollos del Mar Muerto representan, hasta hoy en día, el mayor descubrimiento arqueológico del siglo XX y uno de los más grandes en la historia de la humanidad.

 

¿ Y QUÉ MÁS?

¿Te podés imaginar qué puede haber en otras cuevas, que sorprenda?

Es una pregunta imposible de contestar, porque nunca nadie podría haberse imaginado que en el término de unos cuantos años halláramos documentos, en algunos casos en tan buen estado de preservación, de hace 2.000 años. ¿Quién podría imaginarse que íbamos a tener un manuscrito completo del gran profeta Isaías, un texto que es muy extenso en la Biblia hebrea, tiene unos 66 capítulos y el rollo tiene 7,34 metros y es una versión completa que tiene 2.100 años, el manuscrito más antiguo del mundo? ¿Quién podría haberse imaginado alguna vez que algo así podía ser cierto? Siempre mi esperanza es que podamos encontrar restos de las tablas de Moisés.

 

 
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