Desde el río hasta el mar

Desde el río hasta el mar, eso es lo que me pertenece, no a Hamás, ni a la Yihad Islámica, ni siquiera a los palestinos.

Desde el río hasta el mar, eso es lo que me pertenece a mí, a mi pueblo, el pueblo judío, el que construyó esta nación con gran esfuerzo, a través de guerras y grandes sufrimientos, ¡pero también con grandes alegrías y celebraciones!

Desde el río hasta el mar, eso es lo que me pertenece, a mi pasado, a mi herencia judía, a los lazos que me unen a la tierra que D’s entregó a Abraham, Itzjak y Yaakov.

Desde el río hasta el mar, eso es lo que me pertenece, a mi corazón de León de Judá, para luchar contra la serpiente de nuestros depredadores, nuestros enemigos que no quieren la paz, porque sus corazones están llenos de odio y sus almas carentes de regocijo.

Desde el río hasta el mar, eso es lo que me pertenece, a la Torá a la que rezamos, a la kipa que me pongo y al tzitzit que llevo, soy judío de los pies a la cabeza y estoy orgulloso de lo que sé.

Desde el río hasta el mar, eso es lo que te pertenece, de Naharya a Eilat nuestras ciudades que amamos. Jerusalén y Tel Aviv en medio para rezar y divertirnos, es nuestro deber y meta en la vida.

Desde el rio hasta el mar, es lo que me pertenece, desde Moshé Rabeinu, El Rambam y David Ben Gurion, nuestros héroes de nuestra historia y nación moderna, para que NADIE NUNCA NUNCA nos lo quite, porque Desde el rio hasta el mar es y tiene un significado: ¡Es lo que Israel es y siempre será!