El silencio sólo provocó más hostilidad.
Muchos nuevos «periodistas» son activistas políticos disfrazados de periodistas, y llenos de odio. Se ven como soldados de infantería en una revolución. Están desprestigiando al periodismo, y especialmente al periodismo palestino.
Un periodista israelí, Avi Issacharoff, que ha estado cubriendo asuntos palestinos durante más de una década, informó que él y su camarógrafo fueron casi linchados por una turba palestina mientras trataban de cubrir una manifestación palestina en la ciudad de Beitunia, cerca de Ramallah, el 16 de mayo.
Issacharoff dijo que el ataque comenzó cuando una periodista palestina incitó a hombres palestinos enmascarados contra él y su camarógrafo.
“Uno de los periodistas palestinos, una mujer joven, llamó entonces a un grupo de hombres enmascarados que rápidamente me rodearon y comenzaron a atacarme», dijo Issacharoff.
Dijo que si no hubiera sido por la intervención de dos agentes de seguridad de la Autoridad Palestina, su amigo y él habrían sido golpeados hasta la muerte por los hombres enmascarados.
«Ellos nos rescataron a mí y a mi colega, y nos llevaron a la seguridad», agregó. «No quiero ni pensar qué habría pasado si no hubieran estado allí».
El ataque a Issacharoff y su amigo no fue una sorpresa para aquellos que han estado siguiendo la campaña que han llevado a cabo algunos periodistas palestinos contra sus colegas israelíes durante el pasado año.
La campaña comenzó el año pasado cuando unos 200 periodistas palestinos firmaron una petición llamando al liderazgo de la Autoridad Palestina a prohibir que periodistas israelíes entren en los territorios palestinos.
En abril de 2013, Gatestone publicó un artículo sobre la campaña en contra de los periodistas israelíes. El artículo se titulaba «Periodistas Palestinos Declaran La Guerra Contra Colegas Israelíes».
Este artículo, sin embargo, fue ignorado por los principales medios de comunicación de occidente, e incluso por la mayoría de los medios de comunicación israelíes.
Periodistas israelíes explicaron entonces que preferían no denunciar sobre las amenazas en su contra a fin de no aumentar las tensiones con sus colegas palestinos.
El liderazgo de la Autoridad Palestina decidió ignorar las amenazas contra los periodistas israelíes; el silencio sólo provocó más hostilidad. Los periodistas palestinos intensificaron su campaña.
En un momento dado, algunos periodistas palestinos comenzaron abiertamente a incitar en contra de sus colegas israelíes.
«Los periodistas israelíes son soldados con credenciales de prensa», escribió el periodista Akram Natsheh. «Los medios de comunicación israelíes son una parte esencial del ejército israelí, e incluso sirve como su portavoz”.
El Sindicato de Periodistas Palestino, en una carta al Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, pidió prohibir que periodistas israelíes entren en los territorios palestinos. El sindicato también exigió que la Autoridad Palestina se abstenga de proporcionar cualquier tipo de asistencia o protección a los periodistas israelíes.[2]
A pesar de las amenazas, algunos periodistas israelíes continuaron apareciendo en Ramallah y otras ciudades y pueblos palestinos, exponiéndose a amenazas y agresiones físicas a manos de periodistas y activistas palestinos.
Incluso los periodistas palestinos que trabajan para organizaciones de medios de comunicación israelíes o judías se encontraron frente a amenazas y ataques. En algunos casos, periodistas palestinos se retiraron de sesiones de información por parte de funcionarios de la Autoridad Palestina en Ramallah, para protestar contra la presencia de representantes de medios de comunicación israelíes.
En diciembre pasado, periodistas israelíes que llegaron a Belén para cubrir las celebraciones de Navidad fueron expulsados ??de la ciudad después de las quejas de varios periodistas palestinos.
La semana pasada, la campaña llegó a su apogeo con el intento de linchamiento de Issacharoff y su colega cerca de Ramallah. «El esfuerzo para echar a periodistas israelíes de las zonas de la Autoridad Palestina ha creado una atmósfera incendiaria violenta en contra nuestra», escribió. «En los últimos tiempos casi todos mis colegas israelíes han experimentado, en carne propia, desagradables incidentes, por decir lo menos. Pero el viernes, se cruzó una cierta línea roja. El viernes, las amenazas y la atmósfera hostil se intensificaron hasta la violencia real y, en mi caso, a un intento de lincharme».
Todo el mundo sabía que era sólo cuestión de tiempo el que las amenazas contra los periodistas israelíes se tradujeran en violencia real.
Algunos periodistas palestinos han justificado su campaña argumentando que viene en respuesta a las restricciones de seguridad de Israel que les prohíben a muchos de ellos entrar en Israel. Otros, sin embargo, han admitido que ellos simplemente no quieren ver a ningún israelí dentro de sus zonas porque aceptar la presencia de uno solo sería una forma de «normalización» con el «enemigo sionista».
En este sentido, Hamas ha sido lo suficientemente honesto como para declarar que se opone, en principio, a cualquier forma de colaboración con los medios de comunicación israelíes. Es por eso que Hamas ha prohibido a los palestinos que traten con periodistas israelíes.[3]
La Autoridad Palestina tiene la responsabilidad por no tomar medidas contra aquellos que incitan contra los periodistas israelíes que trabajan en sus territorios. Algunos funcionarios de la Autoridad Palestina, incluso, han exacerbado la hostilidad de los que salen a favor de la campaña contra los periodistas israelíes.
A menos que esto sea expuesto y frenado, más gente – hombres de negocios, turistas y periodistas – son propensos a perder sus vidas en Ramallah o Jenin.
En los buenos viejos tiempos, antes de que comenzara el proceso de paz, hace 20 años, los periodistas israelíes y palestinos solían cooperar, ayudar y trabajar unos con otros. Pero hay una nueva generación de «periodistas» palestinos a los que les han lavado el cerebro hasta el punto de que se consideran como soldados de infantería en una revolución. Muchos de ellos son activistas políticos disfrazados de periodistas, y llenos de odio. Están desprestigiando al periodismo, y especialmente al periodismo palestino.
La señal de advertencia sigue estando.
[1] http://www.qudsn.ps/article/1360
[2] http://wattan.tv/ar/news/31354.html
[3] http://www.aawsat.com/details.asp?section=37&issueno=12455&article=711441
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Infelizmente mucha intolerancia