Que yo no escriba, no quiere decir que no los vea. Los veo y los leo. Todos los malditos días. Ustedes, cómplices, antisemitas. Que lo son desde que nacieron. Que se regocijan con nuestro dolor. Por eso estoy en silencio. Ustedes. Que publican comparaciones, que omiten ominosamente a nuestros rehenes, a nuestros masacrados, a nuestros muertos. A nuestras mujeres violadas y asesinadas. A nuestros bebés degollados. A nuestras mujeres embarazadas y apuñaladas. ¿Creen que puedo querer compartir algo con ustedes? ...
Lo que quisiera escribir pero no puedo publicar
Anna Donner en Semanariohebreojai.com