En los últimos tiempos se ha extendido cada vez más una expresión (¿Qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos?), generalmente ligada al cuidado del medio ambiente, pero no solamente. No creo que a las generaciones que nos precedieron les importara esa pregunta trascendental, sino que su obsesión principal era sobrevivir físicamente y lograr que su prole lo hiciera, algo que nos parece obvio en unas sociedades de la abundancia que, de forma muy excepcional en el transcurso de la ...