Siempre lo pensé. Lo he dicho en incontables oportunidades en conferencias y entrevistas, y lo he escrito repetidamente: creo que la mayor parte del pueblo palestino quiere para sus hijos lo mismo que yo para los míos. Que sean felices, que crezcan en paz, que tengan buen trabajo, se casen y formen familias plenas de amor y valores. Lo pienso no sólo por aquellos palestinos a los que conozco personalmente, sino porque no es normal concebir siquiera lo contrario. Pero debo ...
Nadie nace odiando. El odio se inculca.
Me resisto a creer que la mayoría de un pueblo idolatre la muerte