El ataque lanzado por los terroristas de Hamas y Jihad Islámico el último fin de semana, en cuyo marco fueron disparados 700 cohetes en menos de dos días hacia la población civil israelí, fue el peor desde la guerra del 2014. De hecho, la intensidad de la ofensiva y la asiduidad de las alarmas que sonaban cada pocos minutos, obligando a la gente a correr buscando resguardo, fueron propias de una guerra. Y ahora, alto el fuego. Hasta nuevo aviso. Nadie ...
Cuatro testimonios directos desde el sur de Israel
Janet Swierzenski, Cintia Levin, Pablo Leffler y Ruben Friedmann. Las dos primeras, residentes en el kibutz Nir Itzjak, los dos hombres, en Ein HaShlosha.