Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron Érase una vez, un sultán turco in situ, que era una buena noticia, como por ejemplo, durante la expulsión de España en 1492. El sultán Bayezid II, que gobernó entre 1481 y 1512, envió barcos a Granada para salvar a los judíos desposeídos e invitarlos a vivir a través del Imperio Otomano. Su pérdida, dijo Bayezid a quienes firmaron la orden de deportación, es nuestra ganancia. Y ganaron, lo hicieron. Los judíos no solo eran leales, sino que también ...