Duele decirlo y tenerlo tan claro. Seguramente le duele más todavía a la población de las comunidades civiles del sur de Israel. Pero no tengo duda alguna que la calma que se siente ahora, el así llamado alto el fuego que entró en vigencia en la práctica anoche (lo planteo así ya que el gobierno israelí insiste en que no llegó a ningún acuerdo sobre alto el fuego), es solamente el silencio previo al nuevo estallido. La calma previa a ...