Vale ya de tonterías. La declaración de Trump del pasado miércoles que Jerusalén es la capital de Israel es más bipartisana que cualquiera cosa que haya dicho como presidente, y probablemente que cualquiera de las que le quedan por decir. En 1995 el Congreso de los Estados Unidos aprobó, por una abrumadora mayoría bipartisana, una ley en la que se decía: “Jerusalén debería ser reconocida como la capital del Estado de Israel; y la embajada de EEUU en Israel debería ser establecida en Jerusalén ...