Hoy veo tus ojos, ojos de niño asombrado, ojos de niño triste que no comprende qué ocurre, y siento ganas de llorar. Naciste en un mísero campamento en Siria, en Líbano, en Irak, en Jordania, en Egipto, o en cualquier otro país árabe, pero no te permitieron ser sirio, libanés, iraquí, jordano o egipcio, sino que te colgaron el mismo cartel que a tu padre, y quizás hasta a tu abuelo “PALESTINO”, y ese cartel es un estigma que llevarás hasta ...