A medida que se van conociendo detalles sobre el ataque yihadista del 17 de agosto en Barcelona, la evidencia apunta a una conclusión dominante: la matanza se podría haber evitado si no se hubiese omitido o ignorado una serie de alarmas. No hacer caso de las advertencias de los servicios de inteligencia, tomar medidas de seguridad física o reportar una actividad sospechosa son factores que facilitaron el atentado, que había estado planificándose durante más de seis meses. El atentado también lo facilitaron ...