Anusim mal llamados marranos —¡Ay Santa Catalina de mi alma! ¡Ay, Jesús, María y José! ¡Auxiliadme, por favor! ¡Que ya no sé en qué mundo vivo! No puedes imaginar, Dolores, lo que he debido padecer. Que no sé si tengo más frío en el cuerpo con la escarcha de este amanecer, que caliente el alma con la indignación que siento. ¡Haber visto lo que yo he visto, es cosa que clama al Cielo! Que yo no sé cómo Dios nuestro Señor ...