-¿Cuál es, rabí, la auténtica corona de la Torá?-preguntó Lo Iadúa, el Desconocido, a su amigo y maestro Rabí Iosl Hakatán.-¿Cuál es esa corona de la que tanto se habla y que muy pocos han visto? Atravesaban el barrio de Rehavia iluminados por un crepúsculo lleno de golondrinas, chispas negras en un cielo muy azul. Jerusalén, la Jerusalén que ambos amaban era en esa zona un dédalo de pequeñas callejuelas muy arboladas y jardines visitados por bulbules de ojos claros que, ...