Estimado rabino: Hay veces en que la vida te golpea en la cara con mucha fuerza. La semana pasada visité a mi madre, que se encontraba en el hospital, y me confesó que era judía. Le pregunte por qué nunca me lo había contado antes, pero no quiso explicarme los motivos. Lo que sí me contó fue que sus padres habían sido sobrevivientes del Holocausto. Estaba bastante claro que todo eso no era un invento. Me puse en contacto con un amigo ...