La gente no nace odiando a los judíos. Se necesitó mucha inversión y energía cultural para crear la imagen de un judío a exterminar”, me dice el filósofo y profesor argentino Tomás Abraham. Era una tarde amable de otoño cuando uno de los pensadores más extraordinarios del país abrió la puerta de su oficina en el barrio de Palermo, en Buenos Aires. El sol y la luz entraban a raudales por la ventana y Tomás me guió hasta un antiguo ...