Traducido por Hatzad Hasheni Durante la campaña electoral estadounidense, una de las promesas que hizo el presidente Trump fue “trasladar la embajada de EE.UU. de Tel Aviv a Jerusalén”. En principio, Israel no puede sino acoger con satisfacción esta importante medida norteamericana, si es que se aprueba. Mover la embajada fortalecería el estatus de Jerusalén como la capital de Israel a los ojos del resto del mundo y, por lo tanto, sería un error israelí oponerse a ella, fuera de cualquier contexto ...