Los trágicos atentados que sacudieron Bruselas días atrás pusieron de relieve, una vez más, la necesidad imperiosa de aumentar la seguridad en las capitales europeas. Entre lo que está en discusión, el saldo de 13 muertos en el principal aeropuerto belga manifiesta —como quien dice— que hecha la ley, hecha la trampa, y que aún con tantos mecanismos de seguridad, las terminales internacionales siguen siendo territorio accesible para el terrorismo. El hecho de que se hayan producido explosiones en uno de ...