La cada vez más grave crisis eléctrica de Gaza ofrece un ejemplo de libro sobre por qué muchas de las sedicentes organizaciones de defensa de los derechos humanos ya no merecen ser tomadas en serio. La crisis se debe exclusivamente a una disputa entre los dos Gobiernos rivales palestinos, y como no se puede echar la culpa a Israel, la mayoría de las más importantes organizaciones dedicadas a los derechos humanos la han ignorado, prefiriendo centrarse en su lugar en asuntos realmente acuciantes como ...