En la Edad Media, los judíos de la Península Ibérica (que constituían la mayor comunidad mundial entonces) solían ser acusados de envenenar pozos y fuentes de agua, y de propagar plagas como la peste. Este tipo de libelos (escritos en los que se denigra o infama a alguien o algo) fueron moneda corriente no sólo en Europa (en los que calumniosamente se decía que los judíos pretendíamos recrear la muerte de Jesús amasando el pan ácimo de Pésaj con la ...