Si no fuera porque Rabí Najman de Bratzlav dejó dicho que mitzvá guedolá lihiot tamid ve- simjá, es nuestro deber estar alegres, me echaría en los brazos verbales del tango que dice que el mundo fue, es y será una porquería, sumiéndome a gusto en una densa atmósfera melancólica. Me entristece mucho que lastimen, hieran o maten a nuestros soldados, con cuchillos o coches. Los palestinos deberían volver a comer con las manos y viajar en burro, caramba. Tal vez ...