Daniel Fernandez Marco ASEI Parece que va en serio. Nadie le ha visto aún, su paradero sigue siendo desconocido. Pero el ruido es tan intenso que tiene que haber nueces en alguna parte. Gilad Shalit vuelve a casa, por fin. Y ello es motivo de regocijo ¡Qué duda cab!. Aunque tengamos que obligarnos a forzar una sonrisa, y hagamos esfuerzos para no manifestar el rictus de asco que todo lo que circunda al asunto nos provoca. Y aunque no sepamos gestionar completamente, ...