A principios de enero, el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, pronunció un discurso en la Universidad Al Azhar en el que instó a los eruditos musulmanes a adoptar un discurso religioso más moderado. Dijo, dirigiéndose a la audiencia: Es inconcebible que las ideas que consideramos más sagradas puedan hacer que toda la ‘umma’ sea fuente de ansiedad, peligro, muerte y destrucción para el resto del mundo. Pese a que Sisi llegó a instar a una revolución religiosa, no propuso acciones concretas para lograr dicho objetivo. Y, ...