En una reunión de jefes de un Servicio de Inteligencia de un país europeo, uno de los participantes comentó que los delincuentes musulmanes en general, y los yihadistas en particular, detenidos “mentían más que hablaban”, llegando a interiorizar sus propias mentiras hasta tal punto que no se podían comparar en absoluto con el grado de falsedad que mostraban miembros de otros grupos terroristas de extrema derecha y de extrema izquierda occidentales a los que habían interrogado. Esta consideración sobre la mentira ...