La falta de reacción ante la muerte del ex-presidente egipcio Muhammad Morsi y la ausencia de exigencias religiosas por parte de los manifestantes en Argelia, Sudán e Irak sugieren que el Islam político va decayendo tras la derrota de ISIS, hace ya tres años. Pocas imágenes en vivo fueron más dramáticas que el colapso y muerte del ex-presidente egipcio Muhammad Morsi, el primer jefe de estado de la Hermandad Musulmana, ocurrido en una jaula de vidrio transparente el 17 de junio ...