Cuando el departamento de integración de la ciudad austriaca de Graz entrevistó a una muestra de 288 de entre sus aproximadamente 4.000 solicitantes de asilo, predominantemente afganos, los migrantes expresaron una profunda intolerancia hacia los cristianos, los judíos y los homosexuales. En la imagen, el Ayuntamiento de Graz. (Foto: Tamirhassan/Wikimedia Commons). "No podemos, y nunca podremos, parar la inmigración", escribió recientemente el comisario de la UE para Migración, Asuntos Internos y Ciudadanía, Dimitris Avramopolous. "Al final, todos tendremos que estar preparados para aceptar ...