Hace menos de un año, Turquía e Israel acordaron poner fin a su alejamiento diplomático, que duraba ya seis años, y normalizaron oficialmente sus relaciones. Mandaron como embajadores a Kemal Okem para Israel y a Eitan Naeh para Turquía, dos destacados diplomáticos de carrera que desde entonces han estado esforzándose a fin de normalizar lo formalmente normalizado. Como algunos observadores –incluido este humilde corresponsal– advirtieron en 2016: Erdogan ha accedido pragmáticamente a darse el apretón de manos con Israel, pero su hostilidad ideológica hacia el Estado judío ...