Uno de los dilemas con mayor dificultad para descifrar del comportamiento de Rusia con respecto al Medio Oriente es su relación con la mayoría de los actores de la región. El gobierno ruso tiene claro cuáles son sus amigos en la región y quiénes son países con los que debe hablar para mantener los equilibrios a favor de sus intereses. Esto involucraría, por lo tanto, tres países no árabes de la zona para lograr cumplir con su agenda regional: Turquía, Irán ...